«Antes de firmar con Oakland estuve 4 meses lesionado en los que nadie me prestaba atención» dice lanzador santiaguero

Por Darien Medina

   El equipo de Santiago de Cuba en la Serie Nacional nunca pudo disfrutar del talento de Richard Guasch quien en su tránsito por los campeonatos cubanos sub 15 y sub 18 dejó suficiente muestra de su prometedora proyección. Durante el Campeonato Panamericano Juvenil de 2016 en Monterrey, México, el lanzador santiaguero abandonó el equipo cubano. En ese torneo obtuvo una victoria.

   Comenzaba de esa manera una nueva etapa en el béisbol, deporte que comanezó a practicar en el Consejo Popular Abel Santamaría de la ciudad de Santiago de Cuba. Tiempo después fue trasladado a otra área de mayor organización teniendo en cuenta las condiciones que comenzaba a mostrar.

   Llegó a formar parte de la preselección nacional en la categoría 11-12 años luego de alcanzar con su provincia el título nacional, el único que atesora dentro de la pelota cubana. «No lucí a la altura que lo pude haber hecho y fui eliminado en el primer corte», comentó Guasch a SwingCompleto.

   En el 2013 en el Campeonato Nacional sub 15 concluyó como líder en ponches con 70, un promedio de limpias de 2.12 además de ocho victorias sin derrotas. Estos fueron argumentos suficientes para su arribo al equipo nacional pero tampoco lo lograría en esta ocasión. «Tuve una mala experiencia, en la final de ese año fui sobre usado, lancé tres juegos de siete, una locura y el codo se me dañó, entonces debido a eso no pude hacer el equipo Cuba», explicó.

   La lesión le privaría en el 2014 de participar en su primer campeonato sub 18, una situación de la que pudo sacar muchas enseñanzas y repensar mejor su trabajo dentro del deporte. Richard Guasch segura que «aprendí mucho a raíz de eso, porque anteriormente no entrenaba como debía, ya que tenía buenos resultados sin hacer todo lo que debía, mi mentalidad para la preparación cambió muchísimo y más adelante se vieron los resultados».

   Durante el 2015 solo pudo lanzar un poco más allá de la mitad del campeonato nacional debido a una lesión en el hombro, tuvo participación en siete juegos ganando cinco, con una derrota y un promedio de limpias de 1.99.

   El siguiente año, su último dentro del béisbol cubano tendría una despedida por todo lo alto, un promedio de limpias extraordinario de 0.62 ocupando el liderazgo en ese departamento además de ochos victorias con dos derrotas. Participó en la final donde lanzó en dos juegos contra Cienfuegos, en el primero de ellos estuvo a punto de propinar un no hit no run en un partido que se fue sin decisión, el año anterior frente Holguín si había concretado una victoria mediante esta vía.

   Tras esa campaña integró el equipo cubano que participó en el Campeonato Panamericano Juvenil, en el cual daría el primer paso para enrumbar su carrera al béisbol profesional. «La clave de mí salida de Cuba fue la muerte de mi padre ese mismo año y a raíz de eso muchas cosas cambiaron, entre ellas mi mentalidad, estaba solo y tenía que pensar diferente. Me contactaron a mí y a un amigo y decidimos que nos quedaríamos en México».

   Junto a Oscar Luis Marten concretó la decisión y nos cuenta que  «realmente no pasé mucho trabajo, incluso yo intenté salir durante un juego pero entonces estaban las puertas del estadio cerradas y no pude, corrí el riesgo de que me hubiesen visto, fue algo arriesgado».

   Durante tres meses radicó en México, posteriormente viajó hasta Guatemala donde permaneció otros dos y finalmente inició el proceso de la agencia libre en República Dominicana. Allí casi dos años, una etapa en la que enfrentó diferentes dificultades no solo en las relacionadas con la documentación.

   «Fueron momentos difíciles, estuve cuatro meses lesionado en los que nadie me prestaba atención, tirado al abandono y gracias a Dios pude salir de ese bache y comenzar una nueva etapa en mi vida, todo forma parte del éxito final que se llama “firma” y es cuando se entra a un equipo de la MLB».

   Todo cambió con la llegada de la documentación, primamente parecía que serían los Philadelphia Phillies los que concretarían la firma, problemas con esa organización lo impidieron y finalmente la oportunidad se le presentó con los Oakland Athletics dos semanas después.

   Antes de viajar a Estados Unidos durante un mes tuvo participación la Liga Dominicana de Verano en la que trabajó en 23 entradas y un tercio propinando 27 ponches, obteniendo una victoria sin derrotas y un promedio de limpias de 1.16.

   El pasado año se inició dentro de las Ligas Menores en Estados Unidos. Tuvo una primera campaña donde con balance de cuatro derrotas sin victorias, promedio de limpias de 4.24, trabajó durante 63 entradas y un tercio propinando 82 ponches y 32 bases por bolas.

   «Al principio pasé trabajo con la adaptación al sistema del equipo, la manera de pensar de los jugadores, al talento de los bateadores oponentes,  los viajes, la comida, el idioma, fueron muchas cosas un poco incómodas», rememora.

   Guasch agregó que «el equipo al que pertenecía no era muy ganador entonces la armonía era bastante baja y eso de cierto modo me lo transmitieron. Había situaciones en el juego que fueron influyendo en mí, al principio tuve problemas con el control pero poco a poco lo fui dominando y terminé bastante bien el mes de agosto».

   Como valoración final de su primer año cree que no fue del todo negativa. Apenas dos partidos en particular incidieron en sus números negativos, sobre todo en el de carreras limpias. «Hubo un juego en el que me hicieron siete carreras limpias y tuve otro en el que fueron seis, esos dos partidos destruyeron un año entero, solo lanzaba cuatro entradas porque era mi primer año».

   Antes de la detención de las actividades en los entrenamientos primaverales Guasch había tenido una salida con Oakland mostrando una buena velocidad en su recta. «La pandemia llegó en un momento en el que yo estaba bastante bien en todos los sentidos, física y mentalmente, preparado para la temporada. Vine a Miami y aquí estoy entrenando con unos amigos, todavía estoy bastante bien físicamente no creo que decaiga, estoy haciendo todo cuanto puedo», concluyó.

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