Por Reynaldo Cruz
Evidentemente, los desatinos forman parte del día a día en la pelota cubana. Nuevamente el nivel organizativo y proactivo de los que dirigen el béisbol en el país vuelve a quedar totalmente comprometido con el anuncio por parte de la Confederación del Caribe de Béisbol de que Cuba no participará en la Copa del Béisbol del Caribe U15, a celebrarse en República Dominicana.
Según el comunicado, publicado en la página de facebook de dicha organización, la delegación cubana se disculpó por no asistir al evento, alegando problemas con la obtención de los tickets. Cuba debía iniciar el torneo enfrentando al conjunto anfitrión, República Dominicana.
Independientemente de todos los problemas económicos que tiene el país, y de lo difícil y complicado que puede convertirse reservar vuelos, hoteles, y otros aspectos logísticos, la Federación Cubana de Béisbol parece no haber dejado atrás en absoluto su ineptitud a la hora de tomar decisiones, coordinar y lograr que se hagan las cosas bien y en tiempo.
Evidentemente, todo esto fue dejado para última hora y las cosas no fueron coordinadas y organizadas a tiempo, y vuelven a quedar mal no solo con los organizadores del torneo, sino también con los peloteros, que de seguro tenían puestas sus esperanzas de participar en ese evento.
“Lamentablemente la Delegación U15 de Cuba no podrá participar en la Copa del Caribe de Béisbol U15 en Santo Domingo, por problemas de obtención a tiempo de los tickets aéreos para dicho evento. Hemos tenido todo el deseo de asistir a este evento, pero realmente se ha (sic) sido imposible culminar los trámites de vuelo,” fue la cita de la Federación Cuba de Béisbol en el comunicado oficial que enviaron a la COCABE.
Cabe preguntarnos si tal voluntad en verdad existió. Por un lado, hablan de la necesidad de topes, y la necesidad de eventos para poder participar y aumentar el fogueo de los peloteros cubanos en todas las categorías, pero por el otro no dejan de cometer una torpeza tras otra, y dejan bien clara la pobre capacidad de gestión y transparencia que ha caracterizado no solo al béisbol, sino al INDER en sentido general. Luego, su modus operandi es culpar a los organizadores de los torneos de no facilitar las cosas a la parte cubana, y comenzar a esgrimir discursos políticos y fantasiosas teorías conspirativas de cómo el Gobierno de Estados Unidos está detrás de todo.
Esperemos que este no sea el comienzo de una nefasta hoja de ruta para el nuevo presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Juan Reinaldo Perez, y que “ajuste el tiro” para evitar más decepciones futuras.