Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
Muchos especulan que después de la inédita cifra de fugados de una selección cubana de béisbol el manager Eriel Sánchez no volverá a tener oportunidades internacionales e incluso pudiera peligrar su presencia como dirigente de los Gallos de Sancti Spíritus.
Las dudas del recibir responsabilidades en el futuro se basan en múltiples antecedentes, como Gilberto Herrera (voleibol), Sarvelio Fuentes (boxeo) o Miguelito Calderón (baloncesto), y en el mismo béisbol con sucesos ligados a “indisciplinas políticas” en las que parte de los platos rotos los pagaron figuras como Pedro Jova o Pedro Medina, entre otros.
Con el certamen finalizado y a poco de retornar a la Isla, todavía puede haber alguna baja más que reduzca a una cifra extrema al grupo, que en el momento en que se publicó esta nota quedaba en 12.
Uno de esos integrantes que regresará a Cuba, además de confirmarnos que sus motivos para tomar esa decisión son demasiado poderosos en este momento, también nos confirmó que si bien Eriel no está preocupado para nada, está muchísimo más irascible que de costumbre.
El irse sin medallas en una competencia en la que él mismo había sido muy optimista todo el tiempo pese a los que iban abandonando el barco, se sumó la cantidad de quedados que pulverizó el récord para un equipo de béisbol que databa desde 1996.
“El hombre de por sí es complicado, imagínate como está ahora que se perdió el bronce y con todos los jugadores que se quedaron. El ambiente ahora mismo es de una inseguridad total por un lado, y de tensión por el otro por los que se fueron y los que puedan irse todavía, por lo que es preferible mantener la distancia con él y con otros del cuerpo de dirección porque están súper molestos”, nos comentó vía messenger este miembro del equipo del cual nos reservamos su nombre por causas más que justificadas.
Pero el jugador también nos comentó sobre la reacción de Eriel cuando le comentaron lo que se decía en las redes sociales, tanto los memes como determinados escritos de que tendría problemas al llegar a Cuba.
“No te puedo repetir exactamente todo lo que habló porque yo no estaba tan cerca y no me acerqué para evitar un problema con él. Pero una de las cosas que sí alcancé a oír fue que no le preocupaba nada cuando llegara a Cuba, que lo regañaran o le echaran la culpa de lo que pasó con los que se quedaron porque en definitiva habían sido ellos quienes hicieron esa mierda de dejar embarcado al equipo. Qué él había cumplido con su trabajo y tampoco podía estar cuidando a todo el mundo las 24 horas del día. El resto lo pude captar menos, pero fue un poco más de lo mismo, sobre lo mal que habían quedado esos jugadores que se fueron y que para lo que pasó en la competencia el resultado fue excelente”, nos agregó en exclusiva este atleta, quien igualmente nos hizo saber que entre los mismos jugadores bonchaban en el transcurso del torneo con el próximo que se iba a ir, y que conocían de algunos que más tarde o más temprano tomarían la decisión por su forma de actuar.
“Todos los que dejaron el equipo lo hicieron muy rápido. No puedo dar detalles en ese sentido porque fue en un abrir y cerrar de ojos. No podían hacerlo de otra manera sobre todo después que se quedó Luis Danny y sobre todo los otros tres que ahí la gente tenía más temor que los vigilaran y los cogieran en medio de su salida”.
Ciertamente Eriel Sánchez quedó en ridículo con lo acontecido fuera del terreno de juego con estos 12 atletas, especialmente por sus antológicas declaraciones en las que justificó la ausencia de los lanzadores Yunior Tur y Yosimar Cousín por su falta de disciplina y patriotismo, aspectos que a juzgar por el método de selección fue algo que le faltó prácticamente a la mitad de los que hicieron el grado.
En realidad, no habrá más sub-23 en un buen tiempo y al margen de este “desastre ideológico” Eriel está lejos de ser un candidato de fuerza para dirigir en un evento internacional sin límite de edad. Pero de todos modos con este antecedente muy pocos avizoran que el explosivo exreceptor y manager pueda volverse a empatar con algún tipo de equipo nacional.
Tal vez lo más recomendable para el campeón olímpico de Atenas 2004 sea pedir la liberación del cargo de director al llegar a la Isla, incluyendo su responsabilidad al frente de los gallos espirituanos.
Retirarse de la vida pública al menos por un tiempo, refrescar de las redes sociales y de entrevistas a la prensa hasta que baje la marea de su papelazo, sobre todo en el plano extradeportivo, que es el que la gente le achaca más por encima de un cuarto escaño que no se puede considerar de malo para las circunstancias de la competencia para nuestra selección.