ESCÁNDALO: Maikel Cáseres y el hedor de la injusticia

Por Alexander García Milián Si hay algo que me sigue dando vueltas en la cabeza y no entiendo, son los criterios de selección para un equipo Cuba; pues hace mucho tiempo creo que es el mayor reflejo del mal hacer en la Federación, la Dirección… en fin, donde sea. En este punto no esgrimo de […]

Por Alexander García Milián

Si hay algo que me sigue dando vueltas en la cabeza y no entiendo, son los criterios de selección para un equipo Cuba; pues hace mucho tiempo creo que es el mayor reflejo del mal hacer en la Federación, la Dirección… en fin, donde sea.

En este punto no esgrimo de culpas a nadie, ni tampoco me centro en esta arista para conversar respecto al tema traído a colación esta vez por la nómina de la  preselección cubana rumbo al Premier 12.

Ahora pienso en eso, por ende pienso en ausencias- ¡Tronco de injusticia!- me digo al resaltar la no presencia de un hombre como Maikel Cáseres, más aún al percatarme que la segunda base a priori es el hueco de ese lista dada a conocer hace días.

  • Cuando termine la fase clasificatoria descansaré, no aceptaré desde ya ir como refuerzo – alegó palabras más, palabras menos el holguinero hace unos días en el Latino. El antesalista desde su regreso a la Isla ha rendido un mundo, incluso el año pasado los Indios del Bóer de la Liga de Nicaragua lo llamaron para la recta final de la temporada, puede que este año se repita y no se trata del gran equipo ni del súper contrato pero bueno es un hecho que legitima bastante el talento de Cáceres.

El tedio, el morbo, dos elementos que siempre andan maquillando el día a día de la pelota cubana; los mismos que dibujaban aquel día ante las cámaras un hastío total en el rostro de Maikel, ¿Cómo no sentirse mal?, ¿Cómo no esbozar  frustración?

No es menos cierto que pesan otras ausencias también, como las Carlos Benítez y Jorge Aloma- los dos últimos capitanes del equipo Cuba, pero señores a Maikel había que llevarlo siquiera a la preselección, por su experiencia, por su calidad, por sus resultados.

Es el mito de Sísifo que se repite una y otra vez, subimos la piedra hasta arriba, llegamos ahogados,  la piedra rueda hasta abajo de nuevo y – ¡Pumm!- a empezar de cero. En la pelota cubana es así y ejemplos sobran, pero hoy cuando las carencias están por las nubes, darse el lujo de dejar a peloteros de buen nivel como Maikel Cáseres es una soberbia burrada.

Si ahondamos un poquito siquiera en el tema, la sombra pérfida de los favoritismos rodea la no inclusión de Maikel, o quizás como política de estado habría de dar un toque inclusivo, un aire de cambio y se decide llevar a Arrebarruena y a Pavel Quesada, dos tipo con un perfil similar al del holguinero y entonces aquí se jodió la cosa.

Las interrogantes crecen, la injusticia, la mala gana contra Cáseres es lo que queda y es algo que al parecer no tiene remedio.

Sobre el tema, como siempre volveremos, este es solo el comienzo.

Nos vemos a la vuelta.

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