3 estadísticas claves de Yoán Moncada y su futuro

Por Juan Páez

Luego de su explosiva temporada en 2019 con los Medias Blancas de Chicago, Yoán Moncada está listo para retomar su papel de estrella en una etapa que promete para los patiblancos. Estos invirtieron en grande en el receso entre campañas y confían en que la joven joya cubana sea una de sus más importantes piezas tanto ofensiva como defensivamente.

Pero tomando en cuenta su actuación en la pasada zafra, en la que disparó 64 extrabases y finalizó con un OPS de .915, hay varias estadísticas que podrían jugar un rol vital en el performance de Moncada para la venidera campaña de las Grandes Ligas. Empecemos con el listado…

1. Producción frente a pitcheos

Uno de los aspectos que emocionaron más sobre el desempeño del antillano en 2018 fue su comportamiento ante todos los pitcheos recibidos. Por ejemplo, cuando le tiraron envíos rápidos (recta de cuatro y dos costuras, cutter, sinker), su línea de average y slugging fue de apenas .265/.456. También, únicamente registró .216/.371 cuando lo enfrentaron con serpentinas offspeed (split, cambio, tenedor, screwball).

Esos números cambiaron rotundamente en el torneo pasado. Los pitcheos rápidos los destrozó (.337/.602) a punta de 21 dobles, tres triples y 14 estacazos de vuelta completa, con solo 66 ponches (112 en 2018). Lo mismo pasó con los de menor velocidad; después de fracasar contra ellos, promedió .327/.606, con apenas 24 abanicados (40 en 2018).

2. BABIP

El promedio de bateo en bolas puestas en juego (BABIP, sus siglas en inglés) fue objeto de mucho debate con respecto a Moncada luego de su más reciente actuación con Chicago. ¿Por qué? Porque un alto BABIP a menudo puede traducirse en simple suerte, en algo que podría, muy probablemente, no ser sostenible en el tiempo.

El registro de Yoán en este departamento fue .406, el más alto de su corta trayectoria y el más alto de toda la Gran Carpa entre los jugadores con las apariciones necesarias para calificar al título de bateo. De hecho, fue Moncada el único bateador con .400 o más. El segundo en la lista, con .399, es casualmente su compañero Tim Anderson.

Pero el éxito del nacido en Abreus no necesariamente se debe a la suerte. Su alto promedio en bolas puestas en juego puede deberse, al menos en parte, a su tremenda velocidad de salida. Mientras que el promedio de todas las Mayores fue de 87.5 millas por hora, Moncada registró un destacado 92.8 MPH, el séptimo mejor del big show y por encima de hombres como Matt Chapman, Jorge Soler, Yordan Álvarez y Rafael Devers.

De igual manera, es muy probable que si al tercera base no le va del todo bien al principio, muchos traigan a colación ese BABIP de .406.

3. ¿Ponches al largo plazo?

Para nadie es un secreto que Moncada fue tan agresivo como nunca en 2019. Por cuarto año consecutivo, su promedio de pitcheos vistos por aparición al plato disminuyó (3.96). Esa cifra ha decrecido desde su debut, pues se situó en 4.35 en 2016, en 4.21 en 2017 y 4.11 en 2018.

De acuerdo con FanGraphs.com, el isleño hizo swing al 32.7 por ciento de los envíos que vio fuera de la zona de strike. Hace dos años, ese número fue de 23.3 por ciento. Incluso su porcentaje de swings en general aumentó de 41.1 por ciento a 47.3 por ciento, pero manteniendo casi intacta su capacidad de contacto (de 70.3 % a 70.6 %). Aparte, hizo swing al primer pitcheo en el 64.6 por ciento de las ocasiones, un guarismo que ha venido en aumento desde 2017, cuando exhibió un 57.1 por ciento.

Toda esa agresividad en el plato lo llevó a tener la undécima mayor cantidad en el joven circuito de abanicados con tres o cuatro lanzamientos, en combinación.

Aunque pueda mejorar su capacidad de hacer contacto, si Moncada mantiene este enfoque en el plato, podría no separarse nunca de una alta frecuencia de ponches, un precio que muchas veces debe pagar todo slugger.

Los Medias Blancas esperan esto y más del cienfueguero.

Estadísticas de Yoán Moncada en 2019 en las Grandes Ligas: