Por Yasel Porto
El experimentado jardinero camagüeyano Leslie Anderson Stephens se encuentra hace varios días en la ciudad de Tampa donde reside con parte de su familia tras su participación con los Toros en la temporada más reciente de la Serie Nacional de la pelota cubana.
Con el nacido en Guantánamo en 1982 tuve la posibilidad de conversar este lunes, primero para felicitarlo por el Día de los Padres, y posteriormente para conocer de sus planes inmediatos en el contexto netamente deportivo.
El exintegrante de la organización de los Rays de Tampa Bay y los Gigantes de Yomiuri me comentó que su rendimiento en la última campaña le ha devuelto los deseos de mantenerse en activo dentro de la escuadra agramontina para el 2023. No obstante, el propio jardinero e inicialista me dejó saber que antes del próximo año hay grandes posibilidades de jugar otro certamen en la Isla.
Se trata de este inédito torneo élite que de momento no tiene mucha claridad en cuanto a su formato y características, en el cual todo parece indicar que Anderson es interés de la Dirección Nacional del deporte de las bolas y los strikes en la mayor ínsula del área caribeña.
Ciertamente el rendimiento del integrante de la selección cubana en los dos primeros Clásico Mundiales fue estelar, aún cuando hoy no sea un medidor el certamen beisbolero de la isla en su categoría superior.
El carismático jugador con participación en 12 Series, compiló en la más reciente para .355 con nueve cuadrangulares, 55 carreras impulsadas y un total de 81 hits. Número que pudieron ser mejores pero se perdió varios partidos por una suspensión tras su pelea en un juego contra Artemisa en el estadio 26 de julio.
Cuando regresó al béisbol cubano en 2019-20 tras casi una década fuera por su decisión de emigrar, su equipo discutió el título de Cuba contra Matanzas. Su labor fue decisiva para el subtítulo de los Toros, con especial énfasis en la semifinal frente a Industriales.
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Pero ya su físico lo ha estado privando en los tres últimos tres años de tener una durabilidad considerable, lo cual lo había hecho dudar de mantenerse en activo después de la 61 Serie Nacional. Incluso con la destitución de Miguel Borroto como manager de Camagüey muchos pensaron que Anderson decidiría colgar los spikes.
De momento estará descansando todo este tiempo en la ciudad floridana de Tampa con sus seres queridos, con quienes pasó un domingo de sentimientos encontrados. Sobre todo porque ya su padre no está físicamente.