Por Marcos Conde
El inicialista de los Chicago White Sox, José Abreu, es sin lugar a dudas uno de los máximos exponentes de la armada cubana en las Grandes Ligas, y así como se ha ganado el amor de muchos fans, también es respetado y hasta odiado por aficionados de equipos rivales que han sido víctimas de la calidad del slugger antillano.
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Como casi la mayoría de peloteros en la gran carpa, Pito recibe todo tipo de gritos desde las gradas, muchas veces nada amigables, sobre todo cuando juega de visitante en los estadios de los principales rivales de los White Sox.
En la pasada subserie, los de la Ciudad de los Vientos tuvieron que visitar el Kauffman Stadium, casa de los Kansas City Royals, vecinos de conferencia de los patiblancos y con los que viven una gran rivalidad. Este escenario no fue la excepción de que fanáticos locales gritaran a José Abreu desde la multitud, pero hubo un personaje dentro del público que se metió con el cienfueguero de manera muy particular.
Resulta que en uno de los encuentros ante los Royals, Pito vino a consumir turno ofensivo y desde la sección de gradas de detrás del home plate dicho aficionado intentó sacarlo de concentración gritando a todo pulmón con voz dramática: «¡José llevó a mi mamá a cenar bistec y nunca le devolvió la llamada!» «¡Ella es una buena mujer!».
El inicialista cubano no pudo evitar lanzar par de miradas de reojo al sujeto que le estaba fastidiando, por lo que de alguna manera el fanático logró su propósito de llamar la atención de la estrella de los White Sox. Además, provocó risas entre varios de los asistentes al estadio que se encontraban en los asientos cercanos al suyo.