El Round Robin tomó lugar de protagonismo en la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM). Cuatro equipos se conjugan para dar pie a un festín de batazos y a su vez, para un repertorio de lujo en cuanto a pitcheos.
Estrellas Orientales se mantienen en la cúspide de la tabla de posiciones. La novena comandada por Fernando Tatis Sr., le ha respondido a cabalidad con el madero, pero a nivel defensivo no se han quedado tampoco atrás.
Precisamente, el grandesligas dominicano, hijo del timonel de los orientales, mostró un poco de lo que es capaz de hacer desde los jardines. Así como también, permitió que todos los presentes reafirmaran aún más lo cómodo que se le ha hecho ser el guardián de la pradera derecha.
El Estadio Quisqueya abrió sus puertas para recibir a la tanda de las Estrellas Orientales. Por su parte, los de casa (Leones del Escogido), quienes se ubican de terceros, llegaron con le objetivo claro de mantenerse en la ardua pelea.
La baja del quinto episodio, fue la locación perfecta para que Fernando Tatis Jr. brillara como mejor lo sabe hacer con su guante.
Te puede interesar: LO ELOGIÓ: Robinson Canó SE EXPRESÓ sobre Fernando Tatis Jr
Fernando Tatis Jr. le ganó a pura pierna
La pizarra lucía a favor de las Estrellas 1×0. La situación se mantuvo latente por lo recortado del marcador. Desde la lomita comandó los envíos el abridor Esmil Rogers.
En el home compareció el bateador zurdo Michael Pérez. Este se posicionó en conteo de dos bolas y cero strikes. Al tercer envío hizo swing y despachó una sólida conexión con miras de ser un extrabases.
Sin embargo, lo imposible se hizo realidad. Fernando Tatis Jr., emprendió la carrera desde su lugar en el jardín derecho.
Cuando todo parecía incierto, el guante de «El Niño» se aperturó y en pleno trayecto logró tomar dominio de la esférica de manera extraordinaria.
Asimismo, pudo plasmar el primer out del inning y dio una exhibición de la buena velocidad que posee. La presencia de Tatis Jr., se convirtió en un absoluto espectáculo. Tener en los terrenos dominicanos un jugador de la talla del Fernando es más que un orgullo.