Por Franco Miguel Alvariño
Describir con palabras lo que sucede sobre el terreno no es cosa fácil. En condiciones normales, diríamos que la jugada fue out de camarero a inicialista y así terminaría, lleno de polvo, en los fríos registros estadísticos. Sin embargo, la delicia, la exquisitez y espectacularidad de esta jugada, merece la pena trascender en el tiempo.
Los Angelinos visitaban a unos animados Texas Rangers. No podía ser otro que el autor del cuadrangular que le dio el empate en el noveno y guio a la victoria a los Vigilantes en el encuentro anterior, el cubano Andy Ibáñez. Ante la escuadra de Los Ángeles, el pinero demostró capacidad no solo al bate, sino también a la defensa.
Cuando se jugaba la apertura del segundo capítulo, los Angels consumían su oportunidad ofensiva. Abriendo tanda, Max Stassi le conectó un fuerte rodado al lanzador Dane Dunning por encima del segundo cojín. Ibáñez se movió con rapidez para fildear la pelota, se regó por la grama, aseguró y luego devolvió las costuras a la inicial para facturar un out de mil quilates.
En definitiva, los visitadores no anotaron en esa entrada y los dueños de casa rayaron la tarjeta al cierre de la misma con una carrera. Texas consiguió tres más en el quinto y octavo inning, mientras que a los Angelinos no les bastó la única que fabricaron en el cuarto.
Ibáñez se fue en ese encuentro de 2-0, incluido un pelotazo y par de ponches. En esta, su primera temporada en el béisbol de las Grandes Ligas, el de Isla de la Juventud ha participado en 39 encuentros, tras ser promovido nuevamente al equipo grande de los Rangers.
Con línea ofensiva de .227/.279/.640 (AVE/OBP/OPS), el ex camarero de los Piratas e internacional con Cuba durante el Tercer Clásico Mundial de Béisbol ostenta 27 indiscutibles, de ellos cinco tubeyes; un triple y tres jonrones. Además, ha fletado para la goma a 11 compañeros hasta el momento.
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