Por Alexander García Milián
La Serie Nacional toca la pauta y se ve en sus dinámicas ciertos rasgos de premura, al parecer todos, desde los peloteros y los árbitros hasta los aficionados, todos desean que pasen estos juegos que restan y entonces sí… que la fiesta empiece.
El mejor instante es el final, pues el suspenso crece y la calidad se concentra mucho más, es un cuento raro este, a veces pienso que medio chino, una cosa lleva a otra y a otra y así se tejen los hilos de la pelota en la Isla, al menos ahora, aunque me pongo a pensar y recuerdo que casi siempre ha sido así- lo mejor son los PlayOffs- o- yo lo que veo es la postemporada no soporto un juego de la fase regular- afloran algunos criterios de sobra conocidos pero vigentes como nunca.
En este punto del contexto actual, la reacción de Industriales y el paso firme de Las Tunas y Matanzas ponen la cosa caliente en verdad porque a simple vista pensar en favoritos no es algo fácil.
Ante tanta pesadez y tedio, vivir la energía desbordante de una postemporada llena a todos de expectativas, así sea la fase semifinal de la Liga Azucarera, los play off son un momento único, ahí es todo o nada.
Para lo maltrecha que anda la Serie y la pelota nacional, poder tener una semifinal de primer nivel sería algo bueno sin dudas, pues aunque la calidad anda de capa caída, el atractivo siempre está presente y una final Industriales- Las Tunas en este preciso instante sería de infarto.
Ya nos comemos las uñas por saber los posibles pareos y conocer los refuerzos de los elencos que disputaran la etapa conclusiva; aunque critiquemos hasta los tuétanos tanto mal hacer y tanta falta de decencia, en la pelota se nos va la vida y si Chinandega y el Bóer llenan sus estadios en Nicaragua, porque no mirarlo así, ante la mediocridad, el juego picante e inteligente de Anglada y Civil… así también se pueden llenar estadios, pues aunque este de madre el torneo… es el nuestro y le seguiremos dando con todo para que al final los hechos nos sigan dando la razón.
Pero señores, aunque sean unos pocos juegos, lo mejor de la pelota cubana está tocando a la puerta y preparemos café porque la fiesta apenas empieza y la cosa pinta para largo.
Nos vemos a la vuelta.