Frederich Cepeda…el salvador Azul

Daniel De Malas Andreu

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Por Alexander García Milián Parece un hongo clavado en el home, digo parece un hongo por la gruesa figura que muestran sus contornos, por ese molde algo rocoso que hace pensar a los pitchers para lanzarle, pienso en Pete Rose, dicen que se encajaba así también y que por donde se la tiraran le daba,…

Por Alexander García Milián

Parece un hongo clavado en el home, digo parece un hongo por la gruesa figura que muestran sus contornos, por ese molde algo rocoso que hace pensar a los pitchers para lanzarle, pienso en Pete Rose, dicen que se encajaba así también y que por donde se la tiraran le daba, también cuentan de Ted Williams, que se encajonaba de tal modo que era imposible lanzarle- no iba a promediar  más de 400- en aquella mítica temporada, pienso en tantos pero ahora es Frederich Cepeda y en este instante lo sigo viendo como un hongo clavado de un modo férreo en la tierra…

Parece tantas cosas pero sí, es Cepeda y ahora no está con Sanctis Spiritus, viste de azul, quizás en el ocaso de su carrera deportiva la vida le ha deparado este capítulo cual epilogo de novela negra; Cepeda el cien veces castigador, el humillador de tantos lanzadores de Industriales, la antípodas del béisbol capitalino durante aquellos años con Lourdes, después de aquel ponche que se tomara ante Oscar Gil, ese Cepeda quedo y hoy emerge a sus casi 40 años como el salvador o al menos como la llave de la salvación para el elenco habanero.

La historia ahora nos da sus matices y cuando la nave azul parecía hundirse y por ende enfilar su rumbo al naufragio, cuando la crisis era total, todos clamaban por la aparición del espirituano, entonces el suceso ocurre y en el Mella ante Las Tunas hace su debut Cepeda pero la magia parece perderse…

Las preocupaciones, la interrogantes comenzaron a tomar fuerza, Samón se reencontraba con su descomunal forma ofensiva, Cepeda quedaba a deber, pegaba sus primeros indiscutibles como industrialista pero le restaba, la sangre no llegó al río y en el tercer juego la historia pareció adherirse al destino, empezó a seguir un curso lógico.

Como siempre Cepeda empezó a hacer los ajustes necesarios y en abrir y cerrar de ojos, contra Matanzas fue otro, bueno, el mismo de siempre, el intratable, ya no era mística, ya el sueño quedaba y la realidad se imponía, en las gradas del Latino todo se vuelve locura, La Habana entera es un grito atronador y nadie se acuerda del fiasco en el Premier 12.

Ahora contra Camagüey pegó de jonrón y todo, se vió agresivo, entero, es el profesional de siempre, el rostro más digno de la pelota cubana actual.

Para el “Cepe” no hay barreras, ni la edad, ni las adversidades de una mala forma deportiva, queda fuera del equipo a los Panamericanos de Lima, regresa tronando el madero y va al premier 12, más por huevos que por raciocinio, se toma cinco ponches seguidos pero es Cepeda y Anglada lo sabe, por eso lo pidió, la afición también lo sabe y que le pongan cien toneladas de hierro sobre sus hombros, el las levantara.

Nos vemos a la vuelta.

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