Gloria Olímpica: Fue Yulimar Rojas pero también Iván Pedroso

Por José Alejandro Rodríguez Zas

Una magnífica jornada deportiva se vivió en el Estadio Olímpico de Tokyo, el pasado día 1ro de agosto de 2021, marcada por una final de salto alto que resaltó los más grandes sentimientos de olimpismo y compañerismo mundial, cuando Mutaz Barshim y Gianmarco Tamberi decidieron dividir el puesto más alto en el podio olímpico de Tokyo 2020, llevándose a casa dos medallas de oro y un primer lugar compartido y luchado hasta el final.

Sin embargo, el momento cumbre de la fecha atlética para el mundo entero, fue la impresionante actuación de Yulimar Rojas en la final del triple salto femenino. La venezolana, que se presentaba como favorita en el evento, logró coronarse como campeona olímpica con nada más y nada menos que récord mundial en su último intento, regalándonos un sensacional salto final, matizado segundos después por lágrimas de alegría y emoción al alcanzar tan anhelada meta.

Este salto de 15.67, récord mundial de la especialidad, parece imposible de lograr por el resto de los humanos y no solo representa una cifra estática en el tiempo, sino un sinfín de horas de entrenamientos y preparación de la mano de la atleta y de un misterioso “sabio”, como ella misma catalogara en un tweet de agradecimiento a su entrenador: el cubano Iván Pedroso, medallista olímpico y multicampeón mundial en salto largo.

Para resaltar aún más la actuación de Pedroso en su papel de mentor, cabe destacar que el tercer lugar de esta final de triple salto, lo obtuvo la española Ana Peleteiro, con marca de 14.87, quién también se encontraba bajo la tutela de “El Saltamontes” antillano.

A propósito del resultado obtenido por Yulimar, Iván Pedroso dedicó unas palabras a la prensa deportiva acreditada en Tokyo 2020.

“Creo que llevamos toda la temporada buscándolo, no sólo buscándolo, llevamos toda la temporada sabiendo que lo teníamos en nuestras piernas. Hemos hecho muchos nulos, más el récord del mundo, pero sabíamos que aquí era el momento, era el sitio ideal, la medalla ideal y así ha sido. Creo que para mi ya es lo máximo, creo que hoy es el día más feliz de mi vida como entrenador, estoy muy feliz”.

“Es que también mi otra atleta fue medalla de bronce y más no puedo pedir. Ha sido un “subidón”. Yuli es una estrella, su personalidad, todo… Se lo merece todo. Se merece eso y mucho más porque es una guerrera, es una batalladora”.

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