Por Alexander García
Puede que sea su hora y lo merece, porque en verdad siempre Guillermo Heredia ha sido un pelotero de mucha disciplina; por ello su entrada a la temporada 2021 con los Bravos de Atlanta hasta cierto punto no es casual; hablamos de un hombre de 24×7 y eso a la larga, en el béisbol como en la vida, da resultados.
En lo personal, al momento que escribía este trabajo, pienso que lo más destacado por Cuba en la semana que terminó el pasado domingo 18 de abril en la Gran Carpa fue la actuación del matancero y no veo exagerado hablar de noche histórica, de pura historia, pues en verdad, sus dos jonrones y sus seis impulsadas así como su desempeño a la defensa despejaron cualquier duda respecto a su forma deportiva.
Hasta el uniforme le sienta bien a Heredia y hay matices que pueden condicionar el hecho de que los Bravos de Atlanta puedan ser el equipo de su consagración; el sur profundo de Estados Unidos, la huella de Hank Aaron, la estampa de los latinos, de los afrodescendientes; mejor ni pintado.
Ya en sus años en Cuba, el talentoso jardinero era una sensación y resulta imposible olvidar que para el tercer Clásico Mundial en 2013, era el hombre proa del equipo grande.
Su destino parecía cantado, más cuando después de aquel certamen, en abrir y cerrar de ojos, Víctor Mesa le fue restando protagonismo en detrimento de su hijo; suceso este que de un modo u otro aceleró la salida de Heredia hacia Las Mayores.
Desde su debut con los Marineros de Seattle, demostró cualidades, buen tacto y excelente defensa en los jardines pero siempre quedaba deber; daba la sensación de que podía hacer mucho más pero su eclosión no llegaba.
Con su llegada a los Rays de Tampa, las cosas parecieron cambiar y en un comenzó los aficionados tuvimos esa idea; que Heredia encajaba en el equipo, por su velocidad, por su guante y la posibilidad de un crecimiento ofensivo pero no, también el sueño se evaporó.
Como el Llanero Solitario, Heredia paso por los Mets, por los Piratas; paso de la Liga americana a la Liga Nacional y sin un gran foco mediático fue sobreviviendo en el primer nivel, hasta que llego la sorpresa de los Bravos de Atlanta.
Hablamos de un equipo ganador, ahora mismo de los contendientes a pelear al menos un puesto en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y eso puede jugar a favor de Heredia, pues de rendir como hasta ahora; podría legitimar su presencia en el equipo por un tiempo no despreciable.
Otra vez la huella latina; Ronald Acuña Jr., Ozzie Albies, Marcell Ozuna y todo pinta bien, los hilos de la historia se cuecen para despertar la ilusión de ver como un talentoso pelotero cubano afianza su nombre en lo más alto.
Nos vemos a la vuelta.