Por José Alejandro Rodríguez Zóas
Los primeros días del mes de octubre del año 2002 llegaron con una impactante noticia para el beisbol cubano y sus aficionados. En ese entonces, el equipo nacional jugaba la Serie de las Américas, son sede en Monterrey y Saltillo, México.
En medio del torneo, el estelar lanzador derecho pinareño y líder de la rotación de pitcheo del equipo Cuba, José Ariel Contreras, decidió dejar el conjunto y salir con rumbo a los Estados Unidos, junto al preparador Miguel Valdés, en busca de abrirse camino en el mejor beisbol del mundo.
El periodista Roberto Pacheco, entonces portavoz del equipo Cuba, declaró a medios de prensa internacionales que Contreras tenía sobradas facultades para triunfar en Las Mayores.
«En este momento no hay 10 como él en las Grandes Ligas. Le irá muy bien en las Ligas Mayores de beisbol de Estados Unidos», expresó el periodista.
El pasado viernes 10 de septiembre, «El Show de Swing Completo», programa estelar que transmite por nuestro canal de YouTube los lunes, miércoles y viernes, desde las 8:30 pm (hora de Cuba y del Este de los Estados Unidos), tuvimos como invitado especial al propio José Ariel Contreras.
Casi cinco horas estuvo conversando en el programa, una vez más, el excelente exlanzador pinareño, del equipo Cuba y de las Grandes Ligas, poseedor del anillo de Campeón de la Serie Mundial del año 2005 con Chicago White Sox.
En un momento del diálogo, Contreras hizo una impactante confesión, relacionada con el técnico Miguel Valdés, quien fuera su entrenador durante muchos años en la Isla y luego en la MLB.
«Yo llegué a este país por Miguelito y le agradezco eso con la vida», expresó Contreras.
«A mí no me dieron nunca casa en Pinar del Río y un día llegó él y me dijo: «Oye, tu casa no está aquí, tu casa está en Miami». Y yo le dije: «Tranquilo, mi hermano, yo soy patriota». Eso se me quedó en la cabeza».
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«Cuando yo voy a salir de México, le digo a él: «Oye, yo no viro para Cuba». Y él me dice: «No, no viramos. Mi hijo está aquí y nos vamos todos juntos». Y así lo hicimos.»
«Él vivía conmigo aquí cuando llegamos a Estados Unidos. El primer carro de su hijo se lo compré yo. Costó 33,500 dólares, un Audi. Pero él me robó 2 millones de dólares», confesó el exlanzador cubano.
«Miguelito era mi entrenador personal, estaba con los Yankees, andaba conmigo para arriba y para abajo. Incluso entrenábamos juntos en el Yankee Stadium. Pero, en esos tiempos, yo firmé un papel del 2% de mi contrato para mi entrenador. Recuerdo que yo le pagaba a ese tipo 65,500 dólares mensuales, por 4 años.»
«Luego, firmé el otro contrato y vino el problema, porque sacaron a todos los entrenadores personales de los peloteros y entonces él ya no viajaba conmigo. Pero en algún momento yo le firmé un papel, que sé yo…. Se apareció un día en la corte y perdí, porque él tenía un papel firmado por mí. Dos «palos» tuve que pagarle.»
«Mucha gente sabe de esto, pero es la primera vez que yo lo hablo en público. No voy a decir nombre, pero alguien me llamó y me alertó: «Contreras, ¿Miguelito está trabajando contigo? Ten cuidado. Es buen entrenador, sabe bastante de bateo y aprendió mucho de picheo, pero ten cuidado que ese tipo muerde con la boca amarrada, ten cuidado», dijo el hombre».
«Es increíble, yo me acuerdo todos los días de esa persona, porque así fue. Estuve en corte en Miami, eso lo sabe mucha gente, no había hablado de esto en público porque no se había caído nunca en el tema, pero eso fue lo que pasó»