Después de desarrollar en Cuba toda su carrera como jugador activo, el villaclareño Eduardo Paret cambió completamente su perspectiva de vida junto con su familia desde hace un tiempo.
Antes de la llegada del virus que ha azotado al mundo los últimos dos años, el otrora estelar torpedero había viajado a Estados Unidos y en el sur de Florida se estableció hasta la actualidad. Con la ayuda de algunos amigos inicialmente, entre ellos Jorge Luis Toca, y luego con su propio sacrificio y el de su esposa han salido adelante en su nuevo contorno social.
Si bien su trabajo principal no ha estado ligado al béisbol, Paret siempre ha buscado la manera de mantener el vínculo. Y bien que lo ha logrado, pues es raro no verlo cada tarde noche en Tamiami Park en esa labor que desarrolla con niños y jóvenes. También, de vez en cuando, mientras el tiempo lo ha permitido ha aprovechado para jugar en el mismo lugar con excompañeros y amigos.
Recientemente me reencontré con el ex primer bate de los equipos Villa Clara y Cuba en el restaurante cabaret Real Café de Miami, ocasión que aproveché para que Paret me hablara de su realidad hoy día junto con otro temas de interés como la selección de su provincia en la nueva temporada del béisbol cubano.
Residente en Estados Unidos como su esposa e hijas, hace poco también recibió la buena noticia de la llegada de su hijo mayor. En estos momentos se encuentra trabajando en el Doral en algo alejado por completo al deporte, pero siempre le queda un hueco para mantener su presencia en Tamiami (aledaño a la Universidad Internacional de Florida) tarde tras tarde casi sin alteración.
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Como también destina un espacio de vez en cuando para pasar un rato con amigos, ya sea compañeros del béisbol, aficionados y periodistas en el ya citado Real Café (9600 y 8 calle del SW), lugar que desde hace rato se ha convertido en uno de los favoritos para los amantes del deporte.
Allí también acude para interactuar con muchos seguidores del fútbol español y propiamente del Real Madrid, que después del Villa Clara y la selección nacional es su mayor pasión deportiva a nivel colectivo.
El campeón olímpico de Atlanta 1996 y Atenas 2004 envió un mensaje a los Leopardos Azucareros que desde este 23 de enero comenzarán una difícil tarea en la edición 61 de la Serie Nacional. Aún con la presencia del mítico Pedro Jova, Paret consideró que será bien complejo el panorama pero dejó una puerta abierta para su equipo al que le transmitió los mejores deseos en todos los sentidos, sobre todo el personal.
Con la modestia que lo caracteriza también se refirió a todos aquellos dentro y fuera de Villa Clara que tanto lo admiraron como atleta y que todavía hoy mantienen ese alto respeto por el hombre que no pocos señalan como el torpedero más integral que ha pasado por Series Nacionales.
Pese a una carrera cortada por una injusta sanción temporal las estadísticas y resultados en general del natural de Santa Clara lo ubican en una élite indiscutible que incluso pudiera trascender las fronteras de su posición. Muy pocos jugadores cubanos no profesionales han tenido el impacto y popularidad conseguido por Paret en la última década del siglo anterior y la primera de la actual centuria.
Paret decidió apartarse del béisbol cubano después del mal manejo de su salida como manager del plantel azucarero por parte de las autoridades villaclareñas. Apenas dos temporadas al frente incluyendo un año de debut en el que condujo al equipo a la discusión del título de la Isla frente a Las Tunas (2018-19).
Pero en la siguiente campaña la gran cantidad de bajas y el bajo rendimiento de ciertas figuras imposibilitó la clasificación de los anaranjados para la segunda etapa, motivo que se unió a un viaje que tuvo que dar Paret por causas personales para que los dirigentes de Villa Clara lo quitaran del cago con un proceder errado e irrespetuoso.