Por Clemente Correa
En los últimos encuentros que ha tenido la Federación Cubana y la Comisión Nacional de Béisbol con la prensa, se ha extrañado la presencia de una figura, a quién la última vez que la vimos lucía, al igual que sus compañeros de mesa, una horrible guayabera azul que parecía el maletero de un hotel de quinta categoría.
Higinio Vélez Carrión, igualmente ha estado ausente del panel, en las últimas mesas redondas que han tenido el béisbol como eje fundamental, al parecer lo tienen condenado a mantener un perfil bajo, mientras deciden que hacer definitivamente con su persona, y a su vez, con el destino de la Federación Cubana de Béisbol (FCB).
Muchos aseguran que ya tiene redactada su carta de renuncia y que al igual que Jesús Barroso, ya no ejerce su cargo. Lo cierto es, que en muchas ocasiones hemos escuchado los mismos rumores y siempre las manos que lo protegen han sido lo suficientemente largas para salvarlo de la destitución.
No hay dudas que Vélez es, desde hace algún tiempo, una de las personas, no solo dentro del béisbol, más impopulares de Cuba. Ese derecho se lo ha ganado por merecimiento propio. En el año 2006 asumió las riendas de la pelota cubana y desde esa fecha son disímiles sus historias de horror y misterio.
Quizá su mejor obra, y la de mayor efecto en la gente, está relacionada con la campaña difamatoria llevada a cabo en contra del eterno Capitán del equipo Cuba, Antonio Pacheco Massó.
«Pacheco traicionó a este país, si algún dia él visitara la Plaza de Marte, en Santiago de Cuba, de seguro recibirá un acto de repudio por parte de nuestro pueblo; y ese es mi hijo fíjense, yo lo busqué cuando era un niño en Palma Soriano y lo traje para la EIDE, gracias a mí se hizo pelotero», expresó el señor Higinio, en una de las reuniones que sostuvo con el grupo que intentó, una vez más, revivir el Salón de la Fama del Béisbol Cubano. (Existe una grabación de esta declaración).
Su incapacidad a la hora de gestionar cualquier cuestión que demande un mínimo de sentido común y apego a los tiempos modernos, quedan al descubierto una y otra vez. La última de la que hayamos tenido noticia, es la relacionada con los visados y el proceso de tramitación para la participación del equipo campeón, de la Serie Nacional, en la Serie del Caribe Puerto Rico 2020.
Todavía tiene la dicha que el señor Juan Francisco Puello Herrera, Comisionado de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, omite su nombre cuando declara: «La exclusión de Cuba del evento, es una responsabilidad exclusiva de un alto funcionario del béisbol cubano, al cual alerté sobre la tardanza en el proceso de visado´´. Con este actuar Puello Herrera dio una lección de ética, palabra que el estimado Vélez no conoce.
Cuando estaban teniendo lugar las conversaciones acerca del acuerdo de la FCB con MLB, una persona cercana a la Federación Cubana de Béisbol le pidió asesoramiento al profesor Ismael Sené acerca del proyecto y su primera consideración fue: «Higinio no puede sentarse a negociar, ni siquiera conversar con alguién con respecto a estas cuestiones», sabias palabras del eterno Sené.
Recientemente una persona que trabajó durante años a su lado le comentó al equipo de trabajo de Swing Completo, algo que resulta el colmo: «Si algo podemos agradecerle a Víctor Mesa, en los años que permaneció como director en Cuba, es que trataba a Higinio Vélez como él se lo merecía´´, al menos, los amantes al béisbol en la Isla, sentimos el placer que alguién le devolvió toda la arrogancía y prepotencia que el le profesa incluso a la afición. (Recordar cuando eliminó las congas en los estadios).
Algunos ingenuamente piensan que este personaje no tiene nada que ver con la debacle en la que se encuentra inmersa la pelota cubana en la actualidad, que equivocados están los que así lo creen, algún día se sabrá en su justa medida, todo el daño que le causó a esta disciplina, el dirigente más incapaz que haya tenido jamás nuestro deporte nacional. ¡Hay Domingo Sabala como te extrañamos!