Por Alexander García
Quizás diez victorias no digan nada, pero cuando Mayabeque noqueó a Cienfuegos el sábado pasado y logró detener la racha de los sureños en la Serie 60; cuando eso paso, los Huracanes reivindicaron su estampa en esta campaña, esa de ser un equipo peleador hasta el final, prestos incluso a sorprender ante la más mínima oportunidad.
Me refiero a este momento y bien podría mirar hacia el nocaut de 19-9 propinado a Industriales pero no, porque el triunfo ante los Elefantes es un golpe anímico que mantiene bien arriba en cuanto a dinámica de juego a la tropa dirigida por Michael González tras perder la anterior subserie ante la Isla.
Esa fue el décimo partido ganado (ya tienen 13) y parece nada pero es la cifra mágica que le permite a los Huracanes mirar con opciones el puesto 8 de la tabla, más cuando entramos en el segundo tercio del campeonato y con 14 triunfos Villa Clara y Pinar del Rio guardan con celo el último boleto a postemporada.
A pesar de que aún no se ha televisado ningún partido de Mayabeque, los números de varias de sus figuras ratifican el prestigio alcanzado por este equipo. Y si tenemos en cuenta que las primeras subseries disputadas fueron ante los cuatro semifinalistas de la Serie 59, la validez del comentario adquiere una mayor dimensión.
Los Huracanes le jugaron con total paridad a Camagüey, a Las Tunas y a Matanzas, perdiendo incluso por la mínima, muchas veces en los finales de juego.
En este punto hablo más allá de la inmensa temporada de Dennis Laza, hablo de la estabilidad de un veterano como Orlando Lavandera, así como de Alexander Pozo, otro que siempre cumple o del potencial del antesalista Yasniel González. Además el joven segunda base, Yaison Martínez ha derrochado talento tanto a la ofensiva como a la defensa.
Si algo ha lastrado las aspiraciones de los mayabequenses ha sido la inestabilidad de su pitcheo, pues hombres llamados a asumir protagonismo como Yadián Martínez y Alyanser Álvarez han quedado a deber.
No obstante, una joven promesa como Marlon Vega ha mostrado potencial como la nota agradable en este aspecto neurálgico para el elenco.
Estimados lectores, sin foco mediático alguno, Mayabeque ha desplegado un juego vistoso, agresivo, como pocos quizás y eso es algo digno de respeto, así como de todo el reconocimiento de fanáticos y especialistas.
Si el área de lanzadores logra estabilizar y Yadián Martínez comienza a sumar triunfos, señores hay que tener cuidado con Mayabeque, pues con más veras será un hueso duro de roer para cualquiera.
Nos vemos a la vuelta.