¿120 impulsadas de Pito o 30 jonrones del Yuli? Hablamos de proyecciones

Por Juan Páez

La temporada 2020 de las Grandes Ligas está a la vuelta de la esquina y, regularmente, este es el momento de hacer predicciones y preguntas sobre los probables desempeños de cada uno de los miembros de la armada cubana. Esta vez, en SwingCompleto continuamos nuestro seriado Hablamos de proyecciones con un encuentro entre dos bastiones antillanos: José Abreu y Yulieski Gurriel.

¿Qué es más probable? ¿Que Pito alcance 120 impulsadas por segundo año consecutivo o que el Yuli vuelva a sacar 30 pelotas del parque? Revisemos las probabilidades para cada caso.

Abreu tendrá el beneficio propio de que no se encontrará con el mismo lineup en los Medias Blancas para esta venidera campaña.

Chicago fue una de las organizaciones más activas de la temporada muerta e incluyó grandes piezas a la alineación, como el siempre en circulación Yasmani Grandal, el poderoso Edwin Encarnación y el promisorio Nomar Mazara.

Los patiblancos, además de esas incorporaciones, tendrán a un grupo más maduro de jóvenes, integrado por Yoan Moncada, Tim Anderson y Eloy Jiménez. A ellos se les uniría Luis Robert, con mucha velocidad y tremendas habilidades para permanecer entre las almohadillas.

Todo esto podría beneficiar a Pito y sus aspiraciones de tener 120 fabricadas nuevamente, luego de liderar la Liga Americana en ese departamento en 2019, con 123, un tope personal para él.

El inicialista tiene otro punto a favor: viene de ser uno de los mejores bateadores del big show con hombres en posición anotadora. Allí respondió con una línea de .337/.368/.590 y nada más y nada menos que 87 carreras producidas.

En la misma situación, pero con dos outs, se anotó 36 llevadas al plato y un promedio ofensivo de .393. Mejor aun: cuando se encontró corredor en tercera y dos outs en la pizarra, ligó para .361 de average y fletó 22 carreras.

La estrella antillana podría aprovechar esa cualidad en un orden ofensivo de los White Sox que promete ser uno de los más potentes en el joven circuito. Con un lineup lleno de calidad, habilidad y velocidad, Abreu podría superar sus 123 fabricadas del año pasado.

Tarea dura

Gurriel tiene poder. Parece incluso ir en aumento pese a cumplirá 36 años el 9 de junio, una edad que no corresponde a las habilidades que todavía muestra el inicialista de los Astros de Houston.

Lo mejor para él es que ya demostró que puede desaparecer 30 pelotas del parque en una campaña, algo que hizo en 2019 a lo largo de 144 desafíos de ronda regular. Pero el Yuli se enfrenta a tres aristas no muy amigables con lo que será su quinta zafra en las Grandes Ligas.

La primera es, precisamente, su edad. A estas alturas, no son muchos los peloteros de 36 primaveras en las Mayores.

Son menos aun los que destacan con una zafra de 30 vuelacercas. Gurriel deberá demostrar nuevamente que la edad es solo un número y que aún hay Yuli para rato en el big show.

La segunda es levantar el swing, algo que viene haciendo progresivamente. De hecho, fue una de las claves para aumentar notablemente su cantidad de jonrones en 2019. Su launch angle pasó de 10.3 grados en 2017, a 11.5 grados en 2018, a 14.5 grados en el torneo anterior. Eso le ayudará a conseguir más bombazos.

La tercera, y quizás la más importante y la que más se escapa de sus manos, es que tendrá que lidiar posiblemente durante todo el año con la ira de gran parte de los jugadores de las Mayores contra los Astros, debido al escándalo del robo de señas desde 2017.

Ya varios jugadores admiten que los miembros siderales no podrán ver muchos pitcheos fáciles ni sentirse cómodos en el plato, otro factor al que debe sobreponerse Gurriel.

VEREDICTO: aunque solo tres veces un cubano ha conseguido al menos 120 remolcadas en una temporada de Grandes Ligas desde el 2000, José Abreu parece tener la ventaja en esta oportunidad. La edad, el momento de su equipo y su situación contractual (firmó una millonaria extensión hace semanas) le benefician por encima de Yulieski Gurriel, quien afrontará un panorama lleno de polémica junto con el resto de sus compañeros en Houston.

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