ECOS INSÓLITOS TOKIO 2020: Atleta se enteró que fue campeón después QUE SE DESMAYÓ POR KO

Por Swing Completo / contacto@swingcompleto.com Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han dejado de todo, y en eso también se incluye lo acontecido en la final de los 75 kilogramos del karate do con un representante de Irán. Y es que pese a ejercer un dominio indiscutible sobre su rival, el karateca saudí Tareg Hamedi […]

Por Swing Completo / contacto@swingcompleto.com

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han dejado de todo, y en eso también se incluye lo acontecido en la final de los 75 kilogramos del karate do con un representante de Irán.

Y es que pese a ejercer un dominio indiscutible sobre su rival, el karateca saudí Tareg Hamedi fue descalificado tras una patada que noqueó al iraní Sajad Ganjzadeh, provocando que éste, que yacía inconsciente en la lona, se transformara increíblemente en el campeón olímpico de esa división.

Esto aconteció en el Estadio Nippon Budōkan, que vio como Hamedi se vio privado de conseguir la primera presea dorada para su país en esta cita estival, y de paso ganar una buena recompensa por este resultado.

El karateca saudí se imponía 4-1 antes del polémico golpe de marras.

Una patada alta que impactó entre el mentón y el cuello del iraní, y que como consecuencia, lo dejó por varios minutos en la lona antes de ser retirado en camilla del escenario de competencia.

Ante esta acción, los jueces no tuvieron ninguna vacilación en descalificar a Hamedi y ratificar como campeón del peso a Ganjzadeh.

De hecho, el representante de Irán permaneció con máscara de oxígeno antes que le comunicaran  la decisión final.

Su celebración no fue nada eufórica, todo lo contrario, y pasó a la historia como uno de los triunfos Olímpicos más increíbles y menos alegres.

Un festejo bastante protocolar vino después con el abrazo que se dieron ambos karatecas antes de posar juntos con las medallas de oro y plata respectivamente.

La descalificación se produjo debido a una regla olímpica de karate que no permite que ningún contrincante atente contra la integridad de su rival. Los golpes son sólo para marcar puntos y no para provocar daños físicos.

“Estoy feliz por la medalla de oro, pero estoy triste por tener que ganarla así”, expresó tras el combate Ganjzadeh, quien sumó otro logro a su laureado palmarés de nada menos que cuatro títulos mundiales.