Por Robiel Vega
Si existe un hecho que nadie duda en lo referente a la armada cubana en las Grandes Ligas, es que el poder que guarda en sus muñecas «El Crudo«, Jorge Soler, está entre los más grandes de todas las Grandes Ligas. Su problema ha radicado en encontrar un sistema de bateo efectivo y estable, pero cuando habanero se encuentra con la bola, la pone a viajar en condiciones.
No es casualidad que sumara 17 jonrones conectados de manera consecutiva sobre la marca de 400 pies y es que con Jorge Soler no basta que la pelota viaje más allá de la cerca, sus cuadrangulares tienen que ser de esos que, desde que sale, sabes que no hay remedio.
Entre sus batazos, 5 superaron los 430 pies, incluso 2 superaron los 440, llegando a un tope de 449 ante Dallas Keuchel en una jornada de multi jonrón ante los White Sox el 26 de julio, cuando aún era parte de los Reales de Kansas City.
Otro dato relevante es que esos 17 jonrones fueron proyectados a una velocidad de salida siempre superior a las 105 MPH, demostrando la contundencia de la conexiones; siendo su tope del año el primero de todos, el que conectara el mismo primero de abril frente a Kyle Cody, de los Rangers de Texas. Aquella bola salió disparada a 113.4 MPH y viajó hasta los 432 pies.
Pero esta impresionante racha llegó a su fin, pues en la jornada de hoy domingo, 22 de agosto, ante los Orioles de Baltimore, el cubano inauguró la pizarra con su bombazo número 18 de la temporada, otro batazo enorme, pero muy elevado, con un ángulo de salida de 35 grados y con una potencia más reducida que sus predecesores.
Varios factores se combinaron para disminuir la distancia del batazo: el primero, ya lo mencionamos, el ángulo de salida, el segundo, la velocidad del propio envío, un cambio a 86 a MPH lanzado por el zurdo John Means y un tercer factor, que lo notamos al ver la cámara lenta, es que tuvo que encoger sus brazos para impactar de lleno a la pelota, pues el swing lo había comenzado muy acelerado y tuvo que ejecutar ese movimiento para dejar llegar la pelota.
Tras estas circunstancias, la bola caminó hasta los 384 pies, muy cerca del límite del terreno y con una velocidad de salida del batazo de 98.8 MPH. Siendo el primero, en toda la temporada, que no va más allá de los 400 pies y con una velocidad de salida menor de 100 MPH.
De por vida fue el jonrón 112 para Jorge Soler y se sitúa a 3 de igualar al gran Alexei Ramírez, destecado pelotero de nuestras Series Nacionales, el equipo Cuba y las Grandes Ligas, sobre todo para los Chicago White Sox, donde se desempeñó casi toda su carrera en Las Mayores.
Sin más dilación, disfruten del batazo y recuerden que pueden ver todos los jonrones de los cubanos en el siguiente enlace