Por Franco Miguel Alvariño
Pasó mucho tiempo desde que Lourdes Gurriel Jr. conectó su último jonrón en el “Rogers Center”. Muy pocos se acordarán de aquel juego frente a los Orioles del Baltimore, el 7 de julio de 2019. Mucho “llovió”, pasaron momentos buenos y malos, pero “Yunito” regresó a su casa, la única en las Grandes Ligas y 761 días después volvió a desaparecer la bola.
Corría la parte baja de la quinta entrada. En la segunda almohadilla se encontraba Teoscar Hernández, quien había impulsado dos compañeros con doblete al jardín central, para poner el marcador 5×2 favorable a los Blue Jays. Minutos después llegó al cajón de bateo el menor de los Gurriel.
En la lomita de los suspiros, Nathan Eovaldi, respiraba. Intentaba tomar un segundo aire, pero el oxígeno cada vez se hacía más escaso y los batazos llegaban más lejos. Lourdes Jr. llegó para desconectarlo, para quitarle el último sorbo del preciado gas. El lanzador de los Red Sox Boston no se imaginó antes de empezar la entrada, que saldría por la puerta estrecha.
Yunito lo sentenció. No esperó mucho. Aprovechó el momento de debilidad y le hizo swing al primer lanzamiento. Sabia elección. El envío era un rompimiento (slider) que demoró en atravesar el plato. Solo 83.9 mph llevaba la bola, el jardinero de Toronto, todo un experimentado, hizo los ajustes preciso y conectó en la “cara de Doña Blanca”.
Aquel batazo no fue muy largo. Llegó a un aficionado con lo justo. Lo sorprendente fue como golpeó las costuras. Un brazo fue suficiente para imprimirle el poder necesario. Sus piernas estaban fuera de balance, pero aún así la pelota tomo dirección de jonrón.
Lourdes Jr. rompió con una racha de 12 partidos sin conectar jonrones en el 2021. El último juego en que lo hizo fue en la victoria 10×7 frente a los Texas Rangers, el pasado 18 de julio. Además, acumulaba cuatro partidos sin impulsar un compañero para la goma.
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Con el batazo de cuatro esquinas, Gurriel Jr. arribó a 12 cuadrangulares en la presente campaña y se convirtió en la segunda mejor cosecha jonronera de su carrera. A su vez, antes de iniciar el enfrentamiento con los Medias Rojas, exhibía 89 imparables en 340 turnos al bate, con 42 remolques y 39 anotaciones. Mientras, su línea ofensiva era de .262/.297/.415 AVE/OBP/SLU.