Después de tantos años de éxitos por Major League Baseball, Robinson Canó se abrió paso por la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), donde su experiencia y veteranía sobresalen por completo en el circuito de verano. Sírvase esta ocasión para poner en contexto al jugador luego de despachar un tablazo que dio ventaja a su equipo.
Por la noche del martes 14 de mayo de 2024, el Estadio Alfredo Harp Helu acogió el primer compromiso de la serie entre Pericos de Puebla y Diablos Rojos de México. Entretanto, Lorenzo Bundy, manager de los locales, designó como segundo en el orden al bate y camarero al toletero dominicano para afrontar este encuentro.
El lanzador venezolano Jesús Vargas, se encargó de subirse al morrito por parte de la novena visitante y en el primer inning tuvo inconvenientes con la ofensiva rival.
Franklin Barreto, compatriota de Vargas, al primer lanzamiento del turno abrió la entrada con imparable por el medio del campo y seguidamente, Robinson Cano llegó al cajón de bateo con la misión de traer carreras y lo consiguió oportunamente.
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Robinson Canó estrenó pizarra con jonrón
Vargas comenzó abajo en la cuenta contra el slugger dominicano, en dos bolas y un strike vino con un envío que se quedó en la zona baja y Robinson Canó conectó un elevado profundo por la pradera central que terminó en la gradas. Se trajo por delante a Barreto y puso cifras en el score 2×0 a favor de Diablos Rojos de México.
Este fue el quinto cuadrangular que ligó el exgrandesligas en medio de la presente campaña de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
En su primera zafra de la pelota de verano en territorio azteca, registra 24 juegos y totaliza 105 turnos al bate. Acumula 31 imparables que incluyen par de dobletes, 12 anotadas y 23 carreras traídas al plato con 15 bases por bolas. Después del jonrón, estableció su promedio de bateo en .348 y OPS de .977.
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