Jorge Alberto Martínez sí existe

Por Alexander García En la foto se ven los tres imponentes, inmensos, grandísimos en toda la extensión, sonriendo sin dejar ese temple que los define hasta hoy; Jorge Martínez, Raúl Valdés y Yuniesky Maya no visten los trajes de Matanzas, La Habana y Pinar del Rio, no; visten el traje de los Toros del Este […]

Por Alexander García

En la foto se ven los tres imponentes, inmensos, grandísimos en toda la extensión, sonriendo sin dejar ese temple que los define hasta hoy; Jorge Martínez, Raúl Valdés y Yuniesky Maya no visten los trajes de Matanzas, La Habana y Pinar del Rio, no; visten el traje de los Toros del Este y celebran el último título en la Liga Invernal de Republica Dominicana, la conocida LIDOM.

Ahora mismo pocos se acordarán de Jorge Alberto Martínez, pues como tantos, tras su salida de Cuba fue silenciado por los medios oficiales del país y al día de hoy lo sigue siendo. El caso de Jorge Alberto, es el de uno de esos peloteros que llenan de orgullo a los aficionados cubanos, a los amantes del buen béisbol, pues mientras en la Isla, el oficialismo ni por asomo menciona su nombre, en el extranjero, en el lugar donde hay que lucir, a la hora buena, el matancero pone en alto el nombre de Cuba sin mucho ruido.

Desde un principio, cuando empezó en las Series Nacionales, Martínez demostró calidad con Matanzas, desde ese momento analistas y entendidos vivían comparando con su padre, el otrora lanzador de los equipos yumurinos, Jorge Martínez pero el marcó su propio sello y si los entendidos le dan el crédito por la obra a Víctor Mesa, hay que hablar que Jorge Martínez, el hijo, ya venia haciéndolo bien antes de que entrara el 32.

Los días, las horas, los segundos, el tiempo vuela y hace de las suyas; los Play Off ante Sanctis Spíritus, después ante Industriales, otra vez ante Sanctis Spirítus, Jorge Martínez parece no tener mucho en la bola, ni llega a 90 millas pero tiene una slider como pocos, un exquisito control y sobre todo la inteligencia, el enfoque para imponerse a sus rivales psicológicamente; estas son  armas suficientes para imponerse en cualquier beisbol.

Su partida dejo a todos los fanáticos con la boca abierta pues nadie esperaba que tras alcanzar la fama con los Cocodrilos, Albe como le conocen los amigos, decidiera irse y así fue, sus metas estaban en otros lares.

En Venezuela con los Cardenales de Lara, en la LIDOM con los Toros, en México, en cada terreno que ha pisado Martínez ha lucido y se ha llevado los mejores elogios. Si bien no ha podido llegar a las Grandes Ligas, su calidad le ha permitido afianzarse en los circuitos profesionales del Caribe.

Como una de las notas destacadas vale acotar que en la temporada 2018-2019, Jorge Alberto fue elegido como pitcher del año en la Liga Profesional de Venezuela. En este certamen entre 2016 y 2019, el matancero tuvo forja de 18 y 7 con 2.39 de efectividad, números más que prominentes para validar su excelencia deportiva.

Pero su gran momento fue en la pasada campaña, la 2019-2020 cuando ganó con los Toros en Dominicana y después en la Serie del Caribe.

En esta edición que arranco hace unos días, Jorge Alberto Martínez regresa con el equipo del popular barrio La Romana, en tierra quisqueyana.

Estimados lectores, hablamos de otro de los tantos peloteros que andan por ahí, destilando el talento y llenando de orgullo a esta afición que tanto disfruta de la buena pelota.

Una vez más, el honor es para quien lo merece.

Nos vemos a la vuelta.