Por Franco Miguel Alvariño
Los Angelinos de los Ángeles y Anaheim derrotaron a los Royals de Kansas City 10×3 en un choque protagonizado por la ofensiva celestial y el liderazgo del estelar Shohei Ohtani, quien produjo de 5-3 con par de biangulares y tres carreras impulsadas. Por otra parte, dos cubanos animaron el espectáculo y uno de ellos tuvo un resurgir esperado.
Después de tener un excelente Opening Day, bateando par de imparables en dos visitas al cajón de bateo, incluido un cuadrangular, el primero de los cubanos en el 2021, Jorge Soler entró en una espiral de fallos que duró cuatro partidos y terminó el pasado 8 de abril en el duelo frente a Chicago White Sox, en ese partido conectó un imparable en cuatro turnos y no pudo aportar mucho más a su equipo en la derrota sufrida 6×0.
En el juego de este lunes 12 de abril el cubano volvió a producir para su franquicia e impulsó dos carreras, luego de acumular seis partidos en línea sin remolcar un compañero hacia el plato, racha que comenzó el pasado día 3 en el segundo choque frente a los Rangers de Texas.
A pesar de su mal momento Soler sigue en la alineación como quinto madero y bateador designado. En el más reciente juego frente a los Angelinos, con el partido aún cerrado, perdiendo solo por tres carreras, encontró hombres en segunda y tercera base con dos outs en la pizarra.
El natural de la extinta provincia de La Habana descifró una slider a 76 mph al lanzador Steve Cishek, para pegar inatrapable al centro del terreno e impulsar su tercera y cuarta carrera de la temporada y poner la diferencia mínima en el marcador.
En sus tres turnos al bate restantes fue dominado por la vía de los strikes, por lo que su promedio ofensivo continuó siendo muy discreto, ahora presenta .154, con cuatro hits en 26 turnos al bate.
El inicio de contienda para Soler no ha sido para nada bueno, sus números ponen en tela de juicio su condición física de cara a la intensa campaña que tiene por delante. Lo cierto es que restan muchos desafíos y su calidad como bateador no puede ser cuestionada, en temporadas anteriores demostró que cuando le pega fuerte: la bola “llora”, así que seguramente veremos en el transcurso del torneo varias pelotas salir de su bate y caer fuera de los límites perimetrales del estadio.
Ahora lo dejamos con el cañonazo impulsor al jardín central.