PALOOOOOOOOO: Soler la despachó por 2do día consecutivo

Por Franco Miguel Alvariño

Por fin reconozco al Jorge Soler que me presentaron. Aquel día, cuando me decidí a seguir el mejor béisbol del mundo, me dijo un conocido: “Ese muchacho, el grande, es una “bestia”; un slugger nato, sus batazos sobrepasan con facilidad los 400 pies, imagínate que le llaman: El Crudo.”

Ese día, como el resto de la primera mitad de competencias en las Grandes Ligas, el gigante de 1.93 metros y 104 kg no encontró la bola en un par de ocasiones, y en otras dos oportunidades roleteó por el cuadro. Entonces, estuve todo el día pensando como un jugador de una contrastada calidad lucía tan mal en los turnos al bate.

Sin prejuicios decidí darle varios votos de confianza. Por momentos dejó pinceladas, avizoró que regresaría, pero su inconsistencia echaba por tierra el trabajo de dos o tres días. Es válido reconocer que los Reales simpre confiaron en él. Nunca desistieron, buscaron alternativas, pero Soler siempre estuvo en la batería desde el inicio.

Su regreso después del Juego de las Estrellas mostró un bateador diferente, aunque todavía lejos de estar al nível del jonronero del 2019. Luego de lograr sus mejores números del 2021 en el mes de julio, los Bravos de Atlanta negociaron en el mercado de traspasos su salida de Kansas.

Llegar al equipo de los Bravos parece ser lo mejor que la ha sucedido en esta temporada. Respirar un nuevo aire ha provocado que sus brazos se activen y que sus batazos vuelvan a salir con la misma frecuencia de años anteriores.

Su rendimiento en los primeros días parece ser buen síntoma. Esta noche en el duelo frente a los Cardenales de San Luis conectó jonrón por segunda noche consecutiva, el 15 de la presente contienda.

Fue un batazo enorme. Ahora sí, a diferencia de la jornada anterior, pudo estirar los brazos. Le pegó con fuerza a la bola, cuando eso sucede; “Doña Blanca” “llora” y el público queda boquiabierto. Mientras, Jorge, en el terreno, se paró a disfrutarlo. Su vista siguió la esférica hasta que aterrizó en los 432 pies del jardín central. Descomunal.

Soler descifró la recta a 91.9 mph del zurdo, J.A. Happ, para descontar la diferencia existente en la pizarra, que al inicio de la quinta entrada era de 3×1. Lejos de los 48 jonrones conectados en el 2019, record para la franquicia de los Reales, lo importante es que el habanero está encontrando su sistema de bateo ideal, y aún más importante, la confianza en su poder ofensivo.

El batazo de cuatro esquinas significó la tercera ocasión que conecta jonrones en jornadas consecutivas, todas después del 20 de julio. De esa forma, Soler que se fue de 5-1 en el juego, acumula 65 indiscutibles en 323 turnos al bate, con 41 remolques e igual número de anotaciones. Por tanto, sus frecuencias ofensivas son de .201/.2985/.390 AVE/OBP/SLU.

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