Soler y Grandes Ligas EN LA PRENSA CUBANA, con escueta mención y manipulación histórica

Por José Alejandro Rodríguez

El pasado martes 2 de noviembre, los Bravos de Atlanta vencieron 7-0 a los Astros de Houston en el Juego 6 de la Serie Mundial y se coronaron campeones de la temporada de MLB 2021 por vez primera en 21 años, luego de alzar el trofeo en 1995 tras superar a Cleveland, también en seis juegos.

El cubano Jorge Soler, jardinero derecho y bateador designado del equipo campeón, fue reconocido con el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial, principalmente por sus tres oportunos cuadrangulares, que fueron claves en el éxito del conjunto Campeón de la Liga Nacional.

Otro cubano, el también jardinero Guillermo Heredia, aportó mucho a la causa de los Bravos en labores defensivas y contagiando a sus compañeros desde el banco con ese sabor caribeño que los cubanos sabemos entregar.

En el banco opuesto, otros tres peloteros cubanos animaron el clásico de Otoño, como parte del equipo de los Astros: Yuli Gurriel, Yordan Álvarez y Aledmys Díaz. En general, en toda la temporada, 27 cubanos jugaron en el mejor beisbol del mundo, las Grandes Ligas, como miembro de alguna de las 30 franquicias de Las Mayores, demostrando que la salud de nuestra pelota sólo está en problemas dentro de la Serie Nacional.

A pesar de ello, como ha ocurrido por años, la prensa oficialista cubana ha hecho caso omiso a los logros alcanzados por sus peloteros en la MLB, al punto de que, perfectamente, las nuevas generaciones de cubanos quizás no conozcan las actuaciones de Aroldis Chapman, José Abreu, Raisel Iglesias o Randy Arozarena, por solo citar algunos ejemplos.

El silencio casi absoluto con esos que decidieron un día salir de Cuba buscando nuevos horizontes, le ha negado a los que aún viven en la Isla el placer de disfrutar, o al menos conocer, sobre las actuaciones extrafronteras de sus coterráneos. Solo algunas menciones aisladas en resúmenes, no siempre bien logrados, dejan un profundo vacío en quienes desean seguir a los suyos, como es natural y común, en cualquier lugar del mundo, ideologías aparte.

Sin embargo, en el día de ayer, 3 de noviembre, en una nota publicada en el sitio web del periódico Juventud Rebelde, segundo medio de prensa más importante del país luego del Granma y replicado luego en su edición impresa de hoy, 4 de noviembre, el periodista deportivo Norland Rosendo dedicó un artículo titulado «Cuba en los Bravos» a comentar sobre los dos peloteros antillanos que se coronaron campeones en la temporada de MLB 2021 con Atlanta.

O más bien a uno, Soler, a quien se hizo referencia en unos cuatro párrafos, como si la magnitud de la hazaña pudiera resumirse en tan reducido espacio, pues de Heredia solo se dijo que también milita en los Bravos y sobre Yuli, Yordan y Aledmys, pura mención estadística y par de elementos de adorno, limitando a breves sentencias sus respectivas actuaciones en la temporada.

¿Es en serio? ¿Dos cubanos campeones de la Serie Mundial y uno seleccionado MVP y apenas merecen unos párrafos? ¿Acaso había otra noticia más importante para Cuba que esa hazaña, digna de inundar cada página del diario, desde la portada hasta el cierre, con la brillante actuación de los nuestros? ¿Acaso, incluso, en el mundo del deporte, había evento más trascendental ese día que la final de la Serie Mundial, como para que en cada esquina de nuestra pequeña Isla no retumbara el nombre de Jorge Soler? ¿Acaso alguien vio todo lo que fue capaz de hacer Guillermo Heredia en el banco de los Bravos?

En mi opinión personal, se quedan muy cortas las palabras de Juventud Rebelde para engrandecer a nuestros peloteros cubanos en MLB como ellos merecen y limitándose solo a resumir en pocas oraciones meses de trabajo, de esfuerzo diario y tantos logros que nos enorgullecen a todos como cubanos.

Y ahora viene lo peor… En la nota de referencia, se vuelve a recurrir de nuevo a la mentira, al engaño, a la manipulación histórica, al viejo truco de culpar al «enemigo» por las ineptitudes propias, para que los pocos que aun confían en ellos, le rían la gracia. Acusan al bloqueo y a la «congelación» del acuerdo entre la Federación Cubana (FCB) y la MLB de las limitaciones que tienen los peloteros cubanos de firmar en Grandes Ligas y de no poderse disfrutar en Cuba de los partidos del mejor beisbol del mundo por la televisión nacional.

De nuevo me pregunto: ¿Es en serio? ¿O es un viejo chiste de mal gusto, que ya hace rato dejó de «dar gracia»?

¿Acaso ya nos olvidamos del día aquel en que un eterno presidente eliminó el profesionalismos en Cuba, declarando el triunfo del deporte libre sobre el deporte esclavo y cerrando las puertas a opciones en el extranjero? ¿Acaso ya nos olvidamos de la censura y de los recortes forzados o silencios eternos cuando aparecía algún «desertor o traidor» en algún partido televisado? ¿Acaso ya nos olvidamos de las veces que en el ICRT se prohibió, a viva voz, transmitir partidos de la MLB por decisión personal de este o aquel dirigente?

Les comento, amigos lectores, que Donald Trump, presidente de turno de los Estados Unidos, canceló, sí, un acuerdo entre la FCB y la MLB, mismo que había salido a la luz en la administración de Barack Obama. Pero… y aquí viene el pero… ese NO es el inicio de la historia. Si antes de todos estos hechos los peloteros cubanos jugaban en Las Mayores y luego fue necesario «un acuerdo», es porque en algún momento se rompió algún lazo…¿o mi razonamiento no está bien?… Y sí, ese lazo se rompió, o lo rompió, hace décadas, ya ustedes saben quien…

El propio periodista y narrador-comentarista deportivo, Modesto Agüero, quien fuera por muchos años una de las voces principales del beisbol cubano, escribió hace un tiempo en su perfil de Facebook que era un «error no transmitir la MLB por la televisión cubana», a pesar del reclamo constante de los aficionados.

«Cuba es el único país donde el béisbol es un deporte popular y no se televisan los juegos de la MLB. Me he preguntado siempre, ¿Cuál es el motivo para no transmitir el mejor béisbol del Mundo en un país donde el deporte nacional es ese precisamente?», escribió Modesto en ese entonces.

«Se han transmitido los partidos de la NBA con casi 24 horas de diferencia con su salida al aire en vivo, ¿Por qué no hacer lo mismo con las Grandes Ligas? (…) ¿Por qué no se aplica esta misma política con el béisbol? (…) ¿Por qué no se televisan otras ligas sobre todo la M.L.B.?», se cuestionó el popular periodista.

Entonces, ¿de qué estamos hablando?

Aplaudo la publicación de Juventud Rebelde y el trabajo de Rosendo, al menos es un pasito más en contra de la autocensura, aunque no puedo negar que me queda un sabor amargo de la realidad o una pequeña probada de gloria para venir detrás con el látigo. Aplaudo también a los miembros del gremio que comparten diariamente información en las redes sociales sobre los cubanos en Las Mayores y en Ligas Profesionales de distintas latitudes.

Y cierro con una pregunta: ¿Acaso Jorge Soler no merece el premio al Mejor Deportista Cubano del Año 2021 en deportes colectivos? Esa será para la otra…

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