José Ángel García, sin mucho ruido, el mejor cerrador de Cuba

Por Alexander García 

   Pudiera ser un perfil amplio, bien profundo, con todos los matices y las fuentes necesarias para calar bien hondo; pudiera ser eso o un epitafio, o una frase corta cualquiera, pero no, hoy se impone la crónica con todas sus variaciones para rescatar de algún modo a la figura de José Ángel García. 

   «Si José Ángel no hacía equipo Cuba, ¿qué podía esperar yo?», me comentó el lanzador camagüeyano Yosmany Socarrás en una entrevista y la expresión pudiera dar una idea de la dimensión que ostenta el serpentinero artemiseño. 

   A simple vista pudiera parecer algo cantado u obvio, pero no es así. Su trayectoria, su temple y su determinación no han sido del todo reconocidos, incluso no bastó que fuera campeón nacional en 2009 con los Vaqueros de La Habana para hacer el grado, tuvo que llover bastante para que tan siquiera a los torneos efectuados en Holanda (Róterdam y Haarlem) pudiera ir. 

   Y no digo calidad por sus más de 200 juegos salvados, hablo de calidad por su inteligencia para lanzar, por subir sin miedo en el Latino, en el Guillermón, en el Victoria, por retar con recta al medio a tipos duros como Cepeda o Despaigne; hablo de calidad porque con casi 40 años ya y desde hace rato, es un tipo que sabe imponerse, a veces parece que no tiene nada en la bola pero a base de curva, slider y tenedor saca los outs; es un concepto de calidad con muchos matices pero válidos para realzar a la leyenda que es ya José Ángel. 

   Esta pudiera ser una de esas historias, de tantas historias de gente que pasan por pasar; la partera de Alejandro Magno, un panadero en la época de Napoleón, un cocinero en el Titanic, un kulag en la Revolución de Octubre, un hombre que aplaude a Babe Ruth tras llegar a home luego de un kilométrico jonrón; tantas historias como historias de otras más allá del ser y la nada; no es la historia de Mariano Rivera o Trevor Hoffman, no, todo es un poco más simple, hablamos de José Ángel García, el mejor cerrador en la historia de las Series Nacionales en Cuba. 

   Cada vez que Artemisa no clasificaba para la segunda fase, José Ángel era un refuerzo de lujo para cualquiera, todos de hecho pujaban por tenerlo en sus filas; Matanzas, Las Tunas, Granma, Ciego de Ávila; recuerdo en aquella épica remontada de los tuneros en semifinales ante Industriales, allí García fue pieza clave para definir la subserie. 

   Varios especialistas caracterizan al oriundo de Guanajay como un pitcher con dominio de los rompimientos, elemento este que ayudado por una recta de casi 90 millas lo ayuda a imponerse en situaciones difíciles. 

    Por su parte, quienes lo conocen aseguran que José Ángel es un consagrado a los entrenamientos y aseveran que realiza muchas carreras para potenciar su resistencia. 

   Lo cierto lectores es que más allá de cualquier criterio que validen o refuten el nivel que tiene José Ángel García, cuando se busque en los libros y se haga referencia a la historia de la pelota cubana, el artemiseño tiene su puesto guardado ya. 

   Nos vemos a la vuelta.

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