CONFESIONES de Josuan Hernández: De los Industriales a protagonista en beisbol mexicano

Por Jesús Alaín Fernández

Una voz cargada de nostalgia. Eso fue lo que recibí desde el otro lado del teléfono. Un hombre que con los pies en la tierra, viviendo el momento sin olvidar el pasado, intenta conectar con el futuro soñado. El interlocutor, Josuan Hernández, el actual antesalista de Cañeros de los Mochis en la Liga Mexicana del Pacífico.

La historia anterior es conocida. Ecuador como primera parada y luego México, la segunda patria. El poner corazón al entrenamiento diario y sentir que lo hiciste bien en los tryouts y no recibir ninguna llamada de vuelta con alguna propuesta. El pasar de ser un receptor a tiempo completo por años a jugar como torpedero, jardinero y actualmente antesalista en circuitos bien competitivos. Pasar por la Covid 19 y quedarse guardando de todo lo que en secuelas te pueda regalar, excepto la fuerza necesaria para imponerse en el juego diario.

Pero cada vez que llueve, escampa. Nunca está más cerca la mañana que cuando la noche se hace más oscura.

Finalmente llega la nueva oportunidad. Arranca la Liga Arco y con ella empieza Josuan a tener un año que parece ser para el olvido, pero no para el olvido de lo que está haciendo, si no para el olvido de todo lo difícil que ha sido el camino. Entonces se impone hablar de las claves del cambio.

“En el béisbol profesional aprovechar la temporada muerta es lo que te permite tener un buen rendimiento después. El entrenamiento de pretemporada es de aproximadamente un mes solamente, por lo que mientras mejor te reportes más chance tienes de hacerlo bien”, así nos comentaba cuando le preguntamos sobre su preparación para lograr verse como está luciendo hoy. “Trabajé mucho la velocidad, la fuerza, siempre intentado mantener la forma y llegar lo mejor preparado posible”.

Los Cañeros de los Mochis son ya una segunda casa para el cubano de pura cepa, que no pierde ni al acento ni las palabras que lo ubican sentimentalmente en el corazón de su Habana. “La llegada a Cañeros fue buena, ya llevo varios años aquí y me conocen bien. Mi mente es triunfadora y vengo a ganarme un puesto y, como te decía, aprovechar el tiempo de pretemporada para ajustar todo”.

Y es que Josuan es un hombre con los pies en la tierra. “Mis objetivos, primero aportar a mi equipo y poner buenos números que permitan seguir avanzando. Cañeros tiene la meta de llegar en el 2021 a los playoffs. Una vez allí, todos empiezan de cero. Ya no importa tanto ni el nivel ni los nombres de los conjuntos. Hemos estado desde que llegué en dos semifinales, en las dos hemos jugado hasta el séptimo partido lo que genera sentimientos encontrados pues frustra el haber llegado tan cerca”.

A pesar del inicio cargado de tropezones que los pone como últimos de la tabla de posiciones con 4-12 para Josuan todo depende de coger el ritmo. “Tenemos un equipo joven que proyecta muy bien, podemos estar entre los ocho y luego empezar de cero para luchar por el campeonato. Hay potencial, jóvenes y experimentados. Lo único que falta es que nos salgan las cosas bien en el terreno y armar una racha positiva”.

Pero también tiene los sueños a la altura de cielo. “Aunque el futuro es incierto el anhelo de jugar en el mejor béisbol del mundo no se ha perdido en mí. Dios sabe lo que tiene destinado para cada uno y mi tarea es seguir jugando fuerte y dando el 100%. El resultado está en sus manos. En dos años tomaré lo que venga con el mayor entusiasmo. El béisbol se puede acabar de golpe por una lesión, entonces lo más importante es disfrutar del día a día. Pero sin dudas quien quita que mañana pueda estar en otra liga”.

El devenido antesalista de la Fuerza Verde está promediando en los primeros 16 encuentros de la temporada para .311 y un OPS de .846. Los tres jonrones conectados ya y las tres bases estafadas (igualan su mejor temporada en la LMP) prueban que no perdió el tiempo durante el descanso. “Me siento bien, físicamente y defensivamente. Me he acomodado en la tercera y aun cuando me he estado moviendo en el lineup los contactos han llegado. Me ayuda mucho estar en comunicación con mi mente y mi cuerpo. Saber hacia dónde va cada cosa y que me puede aportar”.

Pero cuando me preparaba para conversar con Josuan Hernández encontré algo en sus redes sociales que me obligó a marcar una pregunta para el cierre.

“Mi familia es pequeña en Cuba, mi mamá, mi papá y mi hermano”. Y aquí el hombre hace la pausa, seguramente no porque el oxígeno en sus pulmones le impide doblar por la inicial para lograr conseguir el extrabase. Ahora las palabras llegan más suaves, como sin pensarlas, como si salieran del corazón. “El apoyo de los padres es vital, quitarse una cosas que no podían disfrutar solo para verme realizar un sueño. A mí nunca se me ha olvidado eso. Todos los días se lo repito, que todo lo que logre es gracias a su esfuerzo y sacrificio”.

Josuan juega su cuarta temporada en la Liga Mexicana del Pacífico. Hasta ahora va poniendo los mejores números de su carrera y se convierte en el caballo que ayuda a tirar del trapiche. Josuan y sus Cañeros van al futuro y seguros de que Dios les tiene reservadas muchas cosas grandes para el camino.

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