La leyenda de la receptoría cubana, Juan Castro, se recupera en su hogar de la barriada capitalina de Santa Fé, donde recide hace tres años, luego de ser sometido, por segunda vez, a un proceso quirúrgico en el hospital CIMEQ, de La Habana.
En mayo del pasado año, el otrora máscara de equipos pinareños y del team Cuba, sufrió una oclusión intestinal, que lo llevó de urgencia al quirófano. En aquella oportunidad todo salió bien y la recuperación de Castro se cumplió sin mayores contratiempos; aunque quedaron pendientes algunos procederes médicos que tendrían solución en los meses posteriores.
El día 22 de marzo, Juanito, como le llaman sus amigos, regresó al salón de operaciones para concluir el proceso que había iniciado meses atrás, luego de 10 días ingresado en recuperación fue dado de alta, como consecuencia de una evolución positiva. Swing Completo, ha estado al tanto de su progreso y pone a disposición de sus lectores declaraciones del legendario número 13 de los vegueros.
“Decirle a todo el que se ha preocupado por mi estado de salud que yo me siento bien y cumpliendo, al pie de la letra, las orientaciones indicadas por el médico, incluidas las relacionadas con la nueva situación epidemiológica que nos afecta, ya que en mi estado soy más vulnerable», reveló Castro.
“Este período ha sido complejo debido a varias complicaciones que surgieron en el camino, pero voy saliendo adelante gracias al apoyo de mi familia, en especial de mi esposa Bárbara Fuentes; y a la ayuda brindada por el extraordinario colectivo de cirujanos del hospital CIMEQ, encabezado por los doctores, Néstor Ascano, Gerardo Fernández y Antonio Pollera” precisó.
«También quisiera agradecer al colectivo de la Sala H, de dicha institución hospitalaria, que se portaron de maravillas conmigo; y a mi hermano de la vida, Antonio Rodríguez, quien me ha brindado su colaboración desinteresada en los momentos más difíciles”.
“Me han llamado por teléfono de todos los rincones del país amigo y antiguos compañeros para conocer como me encuentro, Luis Giraldo Casanova, Braudilio Vinent, Pedro José Rodríguez, José Luis Alemán, Pedro Medina, Antonio Muñoz y Rodolfo Puente, entre otros. Nosotros fuimos como una familia alguna vez, y eso no ha cambiado”, declaró emocionado Juan Castro.
El hombre del mascoteo elegante, considerado uno de los receptores más prominentes de las Series Nacionales, cuenta en la actualidad con 66 años y asegura que todavía le queda mucho por aportarle al desarrollo del béisbol cubano.
“Al momento de mi enfermedad, en 2019, había terminado de brindarle mi apoyo, en el área de los receptores, al equipo Industriales que se preparaba para la Serie 59 comandado por Rey Vicente Anglada. Rey es mi amigo en lo personal, él me lo pidió y yo accedí sin reparos”, manifestó Castro.
“Anteriormente había colaborado en disímiles ocasiones con el entrenamiento de los equipos nacionales, recuerdo de manera especial los entrenamientos previos a los dos primeros Clásicos Mundiales, y los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008”, recordó con nostalgia.
El más popular de tres hermanos Castro; también jugaron en Series Nacionales Luis y Genaro, después de su retiro, dirigió al equipo Pinar del Río en dos etapas diferentes y a los Gallos de Sancti Spiritus durante un par de temporadas, clasificando a ambos conjuntos, en más de una oportunidad, a los Play Off.
En el extranjero se destacó por su presencia como manager en el béisbol italiano, donde permaneció por espacio de 14 años, de ellos nueve en la Serie A, con el Modena, alcanzando buenos resultados, en una etapa donde la liga bambina era la más fuerte del continente europeo. Los restantes cinco años permaneció en la Serie B, contribuyendo al desarrollo de nuevas figuras, sobre todo en el área de los receptores.
Por último, antes de concluir su carrera como director, Juan Castro condujo las riendas de los Indios del Boer del béisbol nicaragüense, donde varios cubanos han tenido, al igual que Juanito, buenos resultados.
Pronta recuperación para este grande del béisbol cubano.