Por Swing Completo
Por lo general las relaciones entre periodistas y peloteros han sido bastante buenas dentro de nuestras Series Nacionales. La negativa de entrevistas o altercados verbales y hasta físicos aunque han estado presente no han constituido un problema y son muy pocos los jugadores o managers que han establecido una barrera con la prensa incluso por breve espacio de tiempo.
Sin dudas el caso más sonado en esa excepción fue el de Orestes Kindelán, protagonista de una situación que alcanzó enorme notoriedad por la clase extraordinaria del jonronero santiaguero como por el largo período de tiempo que duró su divorcio con los medios de la Isla.
Aunque en su momento traeremos la versión del conocido “tambor mayor” hoy comparto las palabras de mi colega Julita Osendi, quien vivió el proceso de distención desde su surgimiento y hasta el retiro del máximo jonronero y empujador de la pelota cubana.
«Orestes Kindelán jamás entró en caja conmigo y yo decidí después tomar la misma actitud con su persona. Realmente él no tenía ninguna razón en ponerse como se puso», cuenta Julita.
La reconocida periodista agrega que «todo surgió a partir de un comentario del narrador de Radio Rebelde Ramón “Piti” Rivera, que en paz descanse, quien alegó que al equipo Cuba le hacía falta que Kindelán siguiera como receptor y no como primera base por el hecho de que ya había otros inicialistas de muy buen nivel y no sucedía lo mismo con la receptoría».
«Es válido señalar que ya Kindelán había dicho anteriormente que no quería ser más catcher y como él era el señor bateador pues había que ponerlo en primera porque así lo quería y punto», subrayó.
«Por eso después de enterarse de las palabras de “Piti” se fajó con él en el sentido literal de la palabra, y ahí la cogió con todo el mundo incluyéndome a mí. Cada vez que yo iba a entrevistarlo me decía que no, aunque tengo que aclarar que jamás me faltó el respeto ni fue indecente, pues por encima de todo es un señor y un caballero. De igual modo también es real que al periodista que no le den entrevista indirectamente la están faltando al respeto porque en la práctica le están quitando su trabajo».
Julita continúo explicando que «recuerdo aquel play off de 1999 entre Industriales y Santiago de Cuba que ganaron estos últimos que lamentablemente no pude entrevistar a Kindelán, que como siempre había sido uno de los principales bateadores de su equipo».
«Eso fue algo equivocado de su parte porque lo único que consiguió fue que la prensa se le virara. Recuerdo incluso que cuando narraban Héctor y Eddy decían que bateaba el cuarto bate de Santiago o del equipo Cuba en vez de citar su nombre hasta los dirigentes se metieron en esa historia y dijeron que había que decir Orestes Kindelán. Sin embargo, esos mismos dirigentes no hicieron fuerza alguna para que nos diera entrevistas, como sí lo hicieron años después cuando Lázaro Vargas se puso en una posición similar cuando era el manager de Industriales».
«Yo lamenté esa actitud muchísimo porque yo admiraba a Kindelán y nunca tuve ningún problema con él. Por eso cuando regresaron del Mundial del 2001 que ganaron los “viejos” que no querían llevar, yo entrevisté a 23 de los 24 peloteros. Lo que sí hice fue ir a felicitarlo en el momento que sí me acuerdo que estaba hablando con nuestro amigo Jesús Suárez Valmaña».
«Nunca lo desprecié a él, lo que sencillamente no me dio la entrevista y yo tenía que darme mi lugar porque además yo reitero que eso que hizo me dolió muchísimo como periodista y especialmente como mujer».
«Ya en sus últimos años él se relajó y ahora él le da entrevistas a cualquiera, algo de lo que yo me alegro muchísimo, pero lo que hizo estuvo muy mal porque no podemos pagar justos por pecadores, además de que Kindelán exageró demasiado por algo que ni siquiera fue una crítica a su persona», concluyó la reconocida y no menos controvertida periodista ya retirada desde hace poco más de cinco años, aunque actualmente se mantiene vinculada con la prensa digital a través del sitio CiberCuba.