Por Alexander García Milián
A un mes del comienzo de la 59 Serie Nacional de Béisbol, con los equipos preparando sus nóminas, con los Panamericanos tocando la puerta, con más ganas de ver el campeonato doméstico que ver a la selección cubana; ya aquí, en este punto, comienzan las especulaciones, los pronósticos, los cientos de criterios que crecen y pasan a ser doscientos, quinientos, mil.
Comienzan las más elucubradas especulaciones, emergen los más insulsos de los criterios, ya dan algunos el campeonato a Industriales, pues el aniversario 500 de La Habana insufla el ánimo de todos; otros hablan de Matanzas, del team Matanzas que se arma, que ya no es la Matanzas de Víctor Mesa pero sin dudas que siguiendo su huella; también hablan de Granma, de Ciego, de Holguín y entonces, Las Tunas y Villa Clara, los finalistas de la pasada edición, ni por asomo salen en alguna lista de pronósticos.
Este es un punto que lacera el asunto antes del comienzo, es como una pandemia, una influenza que le roe el coco a los entendidos, el hecho de castigar al campeón y al subcampeón, de mandarlos al ostracismo; ya paso con Granma, ahora le toca el turno a Civil y a su tropa.
Incluso el regreso de Alfonso Urquiola ha sido opacado por la gran prensa, como si de una escoria se tratara, bueno es el clásico aguafiestas- no el de Arrufat- es el aguafiestas de los grandes jefes, de los empoderados de nuestro béisbol, de los magnates que asumen como tal, como jerarcas, las riendas de nuestro pasatiempo y su figura hiere de solo mirarla.
Para más, un tipo como Donald Duarte, uno de los fieles escuderos de Alfonso, un duro como el, también regresa, luego que parecía morir en las fauces de Pedro Luis Lazo.
En la otra escala, están los hombres del regreso, Riquimbili, Alexey, Leslie Anderson, y digo los hombres del regreso pero pudiera decir los salvadores, los ex desertores, los repatriados, en fin, apelativos sobran y lo que es seguro, serán la comidilla de la venidera temporada.
Es una nueva temporada y no llega el invierno, el calor agota y el morbo otra vez hace sus mezcolanzas para mantenernos en vilo hasta el juego 45; para matarnos de risa o decepción a comienzos de enero.
Es la Serie del segundo Premier 12, es la Serie del desagravio, de botar toda la ira, de entregarlo todo o dejar la nada, es la Serie que llega antes de la 60, la antesala, el pico de las cábalas está aquí; a principios de agosto.
Nos vemos a la vuelta.
¿A qué te refieres A. García Milian con eso de que esta es la serie de «botar toda la ira»? A Industriales, verdad? La ira de llevar 10 años sin ganar un campeonato, a pesar de todo el apoyo de los medios y de las autoridades del deporte. A pesar de hacer todo por reforzar al equipo de la capital del país cada año, trayendo destacados jugadores de otros conjuntos, entrenadores, directores, lo que haga falta. Las demás provincias no tienen ira, hacen su mayor esfuerzo con menos recursos y menor cantidad de jugadores, pero con garra, entrega y concentración en su tarea, sin la presión que ustedes someten a los que visten «el equipo azul». Otra cosa, me gustaría que aclararas por qué quieres que se castigue a Las Tunas, acaso porque ustedes querían que le diera la clasificación a Industriales el año pasado, aún sacrificando sus propios intereses? O por eliminarlos directamente en la temporada anterior con aquel bochornoso nocaut que quisieran olvidar? Y también, por qué descartas a los Leñadores para esta serie que se avecina cuando debían salir de favoritos después de ganar el último campeonato de principio a fin y ser subcampeones del torneo precedente? Un equipo que jugó un beisbol que se ganó tantas simpatías en las últimas dos temporadas, un beisbol aguerrido, de nunca estar perdidos, de luchar hasta el último out, un juego en fin que le hace tanta falta a nuestro pasatiempo nacional. ¡Qué injustos y poco objetivos son los que tienen el privilegio de opinar en la prensa deportiva cubana! Ojalá que eso le reste presión a Las Tunas y puedan superar todas las dificultades y discutir el campeonato otra vez. Por el bien del beisbol cubano, del premio al mérito y a lo justo.
¡Qué verborrea tan estéril e impropia del lenguaje del periodismo del deporte! No sé que pasa con estos nuevos periodistas que copian frases y párrafos enteros de aquí y de allá y los adaptan a lo que intentan decir. Hasta a José Martí, en una búsqueda inútil de originalidad y de estilo propio, plagian. Debían leer más, estudiar un poco, no intentar esa grandilocuencia fuera de contexto y ese lenguaje rebuscado para al final dejar una sensación de haber tocado muchos temas sin decir nada o la única intención (recurrente)que se identifica, la de los fundamentalistas industrialistas que escriben en lo que Alexander García llama «la gran prensa», esa que se aparta de la objetividad y niega los méritos, los grandes méritos de esas provincias con pocos recursos que conforman equipos competitivos y ganadores en las últimas Series Nacionales. Paguenle más y pidanle de rodillas a Sigfredo Barros y uno o dos más que aún quedan que por favor escriban algo coherente en estos medios.
La nebulosa que se crea alrededor de ellos, toda la expectativa que ya existe, mira el caso de Alexey y de los demás… ya eso, todo el ruido que han hecho y que pueden hacer, eso marcara en buena medida la historia de esta Serie Nacional, la 59
hola.- qué artículo tan malo. no tiene argumentos ni base para lo que está escribiendo. no se sabe si los ex desertores aún estarán en los estadios del país, por favor…