Lázaro Blanco… la crónica

Por Alexander García Milián Es un tipo bravo en verdad- me digo y no pienso en guapería ni en otro tipo de alarde, pienso en que es el hombre que desde 2015 para acá saca los outs buenos, gana los juegos buenos, en fin, da el pecho siempre, de una manera callada, tranquila, bajando la […]

Por Alexander García Milián

  • Es un tipo bravo en verdad- me digo y no pienso en guapería ni en otro tipo de alarde, pienso en que es el hombre que desde 2015 para acá saca los outs buenos, gana los juegos buenos, en fin, da el pecho siempre, de una manera callada, tranquila, bajando la cabeza cuando termina la entrada con un buen ponche.

Cuando Lázaro Blanco llegó a las cien victorias volvía a renacer, lo daban casi por muerto, su regreso a la competencia no había sido el mejor, el cansancio lo roía pero no importaba- ya empezaba a declinar- pensarían muchos pero no, en ese juego contra Ciego, con esa lechada en siete innings, logró su cuarto triunfo de la temporada y vio que todo volvía a normalizarse.

La última actuación ante Colombia no fue quizás la mejor, como tampoco frente a Holanda pero Blanco en las últimas Series del Caribe- donde se han dado las actuaciones más decentes de Cuba en la arena internacional- en estos eventos es donde ha brillado, sin objeción, ha sido el hombre grande y no es mera casualidad.

Desde el profesor Cortina, pasando por Víctor Mesa- el hombre que lo sacó del ostracismo- hasta su actual entrenador Ciro Silvino Licea, todos dan fe de la fuerza de Blanco en sus entrenamientos, de sus ganas, de su empeño; solo así se puede entender que tuviera más derrotas que victorias para la Serie 52, incluso con poco más de veinte éxitos y que ahora, siete años después este aquí, tocando la centena.

En este instante, Blanco agradece a todos, también a Carlos Martí- “… Confío en mí, me dije que los bajones en un atleta de alto rendimiento son normales…”- alega en una entrevista y no es para menos, en los dos campeonatos que ganó Granma el derecho fue pieza clave junto al bateo de Guillermo Avilés y que le pregunten a Víctor.

Es Blanco como refuerzo de Matanzas, naciendo y muriendo, respirando y ahogándose pero dando ceros cuando nadie esperaba; así de a poco pasan los primeros sofocones y al mismo Matanzas le devuelve la moneda- ¡batacazo en par de semifinales!-

Las historias son así y Blanco hoy es un lanzador serio, establecido, dominante, como ninguno en verdad; cierto es que la mejor versión de Granma no está de ahora, cuando miramos los nombres de Marcos Naranjo, Ricardo Cabrera, Víctor y Santiago Valerio Bejerano, Hermes Ortega, Yunior Sainz, así como lanzadores del nivel de Ernesto Guevara Ramos, Ciro Silvino Licea y el olímpico de Atenas Manuel Vega, cuando miramos esto nos percatamos de los matices que tiene el asunto pero señores, cien victorias en cualquier pelota… son cien victorias.

Otra vez es Blanco que prefiere lanzar el juego de comodín antes de ir con el Cuba al Premier…_ es un tipo grande- me digo en verdad y eso me queda.

Nos vemos a la vuelta.

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