Por Boris Luis Cabrera
Los Toros de la llanura salieron esta noche de viernes sin complejos a un majestuoso e impresionante ruedo que no habían visto jamás en sus vidas. Lo arriesgaron todo sobre la grama, quemaron naves y calentaron los maderos como pocas veces lo hicieron a lo largo de 90 partidos y se anotaron su primera victoria en la post-temporada.
Su mentor Miguel Borroto no pensó en mañanas, sacó de su bolsa mágica lo mejor que tenía disponible y lo lanzó al montículo con arrojo temerario. Apostó fuerte y después de casi cuatro horas de batallas, suspiró aliviado cuando su aguerrida tropa venció 9-8 a los anfitriones Leones capitalinos.
Poco importaron las nueve derrotas sufridas a manos de los azules en la contienda clasificatoria, de nada valió un Latinoamericano desbordado como en sus tiempos de gloria donde no quedó un solo espacio en los graderíos, ni la larga ausencia de los camagüeyanos en este tipo de contiendas. El destino quiso que el mejor equipo del campeonato regular saliera por la puerta ancha, y así ocurrió.
Leslie Anderson se convirtió esta noche en un verdugo cruel al disparar cuatro cañonazos en igual cantidad de turnos oficiales al plato con un doblete incluido y un bambinazo que dejó enmudecidas las tribunas capitalinas.
Leslie Anderson conectó un imparable en la primera entrada para romper el celofán en el marcador. Luego se llevó las cercas con un compañero en circulación en el tercer episodio para romper el empate en la pizarra. Disparó tubey en la séptima que remolcó carrera y sonó cohete en el octavo capítulo que provocó un error en tiro de Yhosvani Peñalver para completar un ramillete de tres anotaciones que fueron decisivos en el choque.
La guerrilla felina de Rey Vicente Anglada peleó hasta el final, por momentos hizo soñar a los más de 50 mil aficionados que colmaron el Coloso del Cerro. Un batazo de vuelta completa de Yordanis Samón con uno a bordo cerrando el segundo tercio de juego los acercó en el marcador y una entrada más tarde un doble de Stayler Hernández igualó las acciones bajo una algarabía tremenda que estremeció el ambiente habanero.
Pero los visitantes siguieron resoplando en la arcilla y tampoco creyeron en el mejor cerrador de la temporada, abalanzándose sobre Andy Rodriguez al marcarle tres rayitas en la parte alta del octavo episodio, para definir el duelo.
Frederich Cepeda, quien ya había despachado una pelota por encima de los límites del terreno y un imparable impulsor unas entradas después, volvió a pegar un cohete remolcador de dos carreras cerrando la octava que le devolvió las esperanzas a la multitud allí reunida, pero el relevista Isbel Hernández apagó el fuego y se llevó el salvamento del partido.
Detrás del abridor Lázaro Blanco, el timonel Borroto usó a Yariel Rodriguez (anunciado como abridor para el segundo partido), Frank Madan (ganador del choque) y Yadián Martínez.
Anglada por su parte, al explotar el abridor Vladimir Baños, hizo desfilar a Pedro Álvarez, Eddy Abel Rodriguez y Misael Villa, antes de traer a su matador estrella.