Por Yasel Porto
Aunque detesto las comparaciones sobre todo si hay elementos que atentan para hacer un análisis con toda la profundidad que amerita, soy de los que se incluye en el grupo que señala al tercera base pinareño Omar Linares como un fenómeno inigualable dentro de nuestro béisbol pese a que nunca se probó en el la liga más importante y poderosa de este planeta.
Pero hay quienes insisten, especialmente los fanáticos, en establecer una estéril competencia entre “El Niño” y otro jugador extraordinario como ha sido Yulieski Gurriel, en la que hay que decir que la mayoría de los criterios han favorecido al primero.
En visita al hogar de Pedro Medina Ayón, de una de las figuras más trascendentales que han pasado por Series Nacionales, el exreceptor y manager capitalino aprovechó que tocaba el tema de las características de la época que le tocó jugar a él con relación a lo que pasa hoy día, para detenerse por unos instantes en el interminable debate alrededor de estos legendarios números diez.
«Para mí los dos son los jugadores cubanos más grandes que yo he podido ver. Sencillamente extraordinarios», comenzó diciendo el avezado veterano, quien luego continuó con el análisis individual sobre ambos.
«A Linares lo vi llegar y tenía tantas herramientas para poder jugar que todo lo resolvía prácticamente en nada. Con respecto a Yulieski aunque por edad no pudimos coincidir como peloteros si lo vi muchísimo desde su mismo comienzo. Llegó un momento que tuve que reconocer que era el mejor bateador de Cuba porque no había quien le lanzara ni quien lo sustituyera. Se convirtió rápidamente en un jugador extraordinario», dijo.
El mítico número 31 de las selecciones habaneras y nacionales también hizo énfasis en el tema de la diferencia de épocas y generaciones. «Hubo una época que cumplió un cometido y luego vino la actual que también ha sido muy talentosa pero que igualmente ha cumplido su papel, claro está, con características bien distintas a la que me tocó jugar a mí por ejemplo. Y lo mismo pasa con el tema de Linares y Yulieski. Es muy difícil poner lo pasado dentro del presente porque lo pasada ya es historia y no es igual a lo existe hoy».
Sobre esta cuestión nuestro anfitrión amplió aún más. «Me cuesta mucho trabajo hacer balanzas entre lo que pasó y el presente, y a veces uno lo que hace es comparaciones con lo que observa entre lo que está sucediendo y lo pasado. Yo como técnico hago esos análisis para darle respuesta a muchas interrogantes y sobre todo para saber hasta qué punto hubiesen funcionado ciertos elementos de otras épocas en la actual y viceversa. Esa es la valoración técnica pero no puedo ser concluyente incluso ni con el futuro, pues a lo mejor mañana los jugadores son incluso mejores a mi generación y los que se destacan ahora».
A propósito de la experiencia y buenos resultados de Medina como entrenador y especialmente en la función de manager a nivel nacional e internacional, no pudo faltar la pregunta de qué decisión tomaría en caso hipotético que dirigiera un equipo donde Linares y Gurriel coincidieran.
«Yo los pondría a los dos sin ningún tipo de problema o preocupación. No me enredaría tanto y los tendría en la alineación sin dudarlo, poniendo a uno en el left field y al otro lo pongo en el centro», concluyó sonriente quien tuviera por muchos años el récord de jonrones en Series Nacionales tanto para un receptor como dentro del nivel capitalino.