Por Yasel Porto
Lourdes Gurriel no solo se hizo famoso por sus batazos oportunos y una ofensiva formidable que lo convirtió en uno de los mejores bateadores que tuvo el béisbol cubano, sino también por la labor extraordinaria de sus hijos que han convertido el apellido Gurriel en algo sublime para la pelota de la Isla.
Dos de ellos, Yulieski y Lourdes Jr. lograron el sueño no solo de llegar a las Grandes Ligas sino de convertirse en jugadores de impacto dentro de la liga más poderosa a nivel mundial, un hecho que no pocos aseguran también hubiese logrado su progenitor.
Sin embargo, el ex primera base y jardinero espirituano no se siente tan seguro de haber alcanzado el éxito de sus hijos aún cuando fue parte protagónica en una época colmada de peloteros con talento suficiente para brillar en cualquier sitio.
«En realidad no sé si hubiera podido tener los mismos resultados abismales que han tenido Yuli y Yunito. Ha sido un rendimiento muy bueno que no todo el mundo lo tiene», dijo Lourdes en una entrevista realizada en su hogar por el colega Carlos Rafael.
«Realmente ni siquiera sé si podía haber llegado ahí», sentenció posteriormente el que fuera bautizado como “El Héroe de Parma” por su jonrón clave en la final del Campeonato Mundial de 1988 definido precisamente en esa ciudad italiana.
No obstante, Lourdes, campeón olímpico en 1992, reconoció que en ocasiones piensa que podía haber accedido al mejor béisbol del mundo por el talento que tenía y porque en su época no habían muchos lanzadores que tiraran 100 millas por hora como en los tiempos actuales.
«Los peloteros cubanos teníamos y tenemos la calidad, pero todo era una cuestión de adaptación porque de lo contrario costaría muchísimo trabajo».
Gurriel significó en el papel logrado por Yulieski y Yunito que la unidad familiar ha sido indispensable, con una incidencia de más de un 90 %. «Si estás en una bache la familia te puede sacar de eso por la importancia que tiene en las personas la familia», afirmó quien reside en Miami poco después de la llegada de sus hijos a territorio norteamericano tras abandonar el equipo nacional al término de la Serie del Caribe de 2016.
Aunque en su etapa de esplendor siempre se mantuvo jugando en Cuba mientras otros compañeros de equipo decidían probar fortuna en el béisbol profesional norteamericano, Lourdes Sr. no esconde un poco de nostalgia de haber intentado el sueño de las Grandes Ligas.
El no hacerlo respondió según su opinión y la de muchos de los que decidieron quedarse en la Isla, al contexto de aquel tiempo, era muy diferente prácticamente en todos los sentidos, con implicaciones más complejas tanto en su país como en el sistema que imperaba dentro de la pelota estadounidense para con los jugadores cubanos.
De todos modos, Gurriel se acogió al retiro obligado después de la temporada 1995-96 para poder ser liberado por el INDER (Instituto Nacional de Deportes) y jugar en el extranjero, aunque ya en ligas de poco nivel a causa de su edad. Entre 1979 y 1995 había formado parte del equipo nacional como titular la mayoría de las veces, y al margen de polémicas sobre su ranking entre jardineros izquierdos o bateadores en general dentro de su época, buena parte de los fanáticos lo catalogan como uno de los mejores a la ofensiva.
Yulieski llegó a convertirse en el jugador más completo de Cuba y pese a llegar con 32 años a las Grandes Ligas ha demostrado sus facultades con los Astros de Houston, mientras Lourdes Jr. ha conseguido impresionar por su defensa y ofensiva pese a tener que batallar contra las lesiones.
El mayor de los hermanos, Yuniesky, decidió abandonar el béisbol cuando estaba en la élite de los jardineros centrales en la Isla. Los tres jugaron juntos en el equipo Cuba por única vez en el torneo Premier de 2014, siendo la primera ocasión que ese total de hermanos integraba la selección nacional.
A continuación los dejamos con las declaraciones del expelotero ofrecidas en exclusiva para nuestro canal de YouTube. Recuerde suscribirse y dejarnos sus comentarios en las diferentes plataformas de SwingCompleto.