Por Aliet Arzola Lima
Con 44 años y 26 Series Nacionales a cuestas, no es de extrañar que el nombe de Luis Felipe Rivera aparezca en los libros de récords, tanto por su longevidad como por las marcas que va dejando para la historia. Reconocido como uno de los más peligrosos y consistentes bateadores zurdos de las últimas décadas, el inicialista está a las puertas de convertirse en el líder de todos los tiempos en Isla de la Juventud.
El significado de este hecho es mucho más relevante de lo que podemos imaginar, sobre todo porque por las filas de los Piratas pasaron dos de los hombres que dominaron a la perfección el arte de conectar hits. Como pueden suponer, hablamos de los estelares Alexander Ramos y Michel Enríquez, quienes se cansaron de castigar a sus rivales por los cuatro costados.
Ramos, recordado por su extraordinaria cadena de mil 112 juegos consecutivos en los terrenos cubanos, terminó su carrera de 18 temporadas con dos mil 30 imparables, mientras el “Súper 12” dejó su récord en dos mil 26 cohetes, de ellos 437 dobles, departamento en el que es líder absoluto. Ellos eran los únicos pineros con más de 2 mil hits en los clásicos domésticos, hasta que Rivera llegó a la marca a finales del 2020 cuando se enfrentaba al pitcher cienfueguero Adrián Bueno.
Pero “El Corcel de La Fe” no se detuvo en esa línea. A pesar de que su rendimiento ha mermado, el recio toletero ha sido persistente, no se ha rendido y los frutos son palpables. Este jueves 3 de marzo del 2022, por ejemplo, Rivera se convirtió en el segundo pinero con más imparables en Series Nacionales, luego de superar en el conteo a Michel Enríquez.
El inicialista –ubicado ahora como bateador designado– pegó un jonrón con las bases llenas al lanzador avileño Luis A. Marrero, víctima de su hit 2027 en los torneos domésticos. La cifra deja al “Super 12” en el retrovisor y lo coloca muy cerca de Alexander Ramos y Orestes Kindelán, quienes terminaron sus carreras con 2030 inatrapables.
Mucho ha llovido desde que Rivera activara su casillero de cañonazos en Series Nacional. De hecho, hay que remontarse al 17 de noviembre de 1996, hace nueve mil 237 días, para encontrar su primer cohete, el cual lo conectó ante los envíos del derecho habanero Jorge Luis Machado, recordado como “El Dibujante de Guanajay”.
Lo curioso del asunto es que esa fue su primera comparecencia en los clásicos de las bolas y los strikes, la cual consumió en calidad de emergente por el receptor Roberto Corbalán. Aquel partido, el segundo de la campaña, culminó con victoria de los pineros 9×8 en diez entradas, y una de las carreras la anotó Rivera.
Ahí comenzó una trayectoria tremenda para el espigado jugador, quien fue creciendo hasta trascender por su swing veloz y compacto. En el 2002, seis años después de debutar, lideró el campeonato con 136 hits, la mayor cantidad que ha conectado un inicialista en una temporada. Si no fuera suficiente, en el 2003 fue también puntero en hits durante la segunda edición de la Superliga.
Luis Felipe Rivera es dueño de la séptima mejor marca histórica de imparables en una temporada con 136 (Serie 41), igualado con el guantanamero Yoilán Cerce (136 en la Serie 48). Los únicos que han conectado más imparables que el inicialista pinero en una misma campaña son Michel Enríquez (152 en la Serie 38), Alexander Ramos (147 en la 40), Reemberto Rosell (142 en la 40), Yobal Dueñas (141 en la 38), Wilfredo Sánchez (140 en la octava Serie) y Orlando Acebey (139 en la 58).
La gran incógnita ahora es hasta dónde va a llegar Rivera. En el apartado de hits, pronto alcanzará y superará a Alexander Ramos y Orestes Kindelán, pero podría también llegar a Ariel Borrero (2061), lugar 17 de todos los tiempos. Además, cada vez son mayores sus opciones de meterse en el Top-15 de máximos anotadores en la historia de las Series Nacionales, pues tiene 1126 le faltan solo 13 para igualar a Javier Méndez (1139), ubicado en el puesto 15.