Por Robiel Vega
Hay jardineros que destacan por los espectaculares fildeos, otros, a veces pasan desapercibidos por la sencilla razón de que hacen ver muy sencillas, acciones defensivas que para la mayoría de los jardineros son bastante complejas de ejecutar.
En nuestras Series Nacionales tuvimos ejemplos de ambos tipos de fildeadores, sin ir más lejos tomemos a dos de los mejores jardineros centrales que hayan pasado por el béisbol de la isla, Víctor Mesa y Ermidelio Urrutia.
El primero, capaz de sacar una jugada espectacular de cualquier lance, incluso, muchos conocedores de la época aseguraban que el se encargaba de «fabricar» el producto final, exagerando, en muchas ocasiones, con caídas luego de haber realizado la atrapada.
Por otro lado tenemos a Don Ermidelio, capaz de llegarle a casi cualquier pelota, no importa la distancia a cubrir, pero con la particularidad de que, donde Víctor le llegaba de cabeza, el lograba ponerse debajo de la bola e incluso, hacer hermosas atrapadas en bandeja, incluso de espaldas al plato.
Hoy les propongo disfrutar de una jugada de uno de los peloteros cubanos más talentosos de la actualidad. Un 5 herramientas capaz de robar una base y dar un jonrón a más de 450 pies con igual facilidad. Además de poseer unas habilidades defensivas espectaculares, no por gusto logró el Guante de Oro en su primera temporada en Las Mayores: Luis Robert Moirán.
¿Y qué relación tiene Luis Robert con lo expuesto en los primeros párrafos de éste artículo? Pues muy sencillo, el guantanamero (desarrollado en Ciego de Ávila) tiene la enorme capacidad, tal y como lo hacía Ermidelio, de hacer fácil una jugada en extremo complicada.
En el choque de la jornada del martes, 7 de septiembre, entre White Sox y Oakland, en la baja de la primera entrada, con hombre en segunda y el partido 1×0 favorable a los de Chicago, Starling Marte le conectó una tremenda línea al abridor Jimmy Lambert que salió proyectada a 109.4 MPH.
Si tenemos en cuenta la velocidad y el ángulo de salida de la pelota (109.4 MPH y 17°) nos daremos cuenta que era una línea de baja altura y a una altísima velocidad, de esas que normalmente montan a cualquier jardinero. Pero gracias a sus potentes piernas, el cubano, como si de algo muy sencillo se tratara, capturó la bola sobre su cabeza y evitó así que el choque se empataran en ese momento y que, además, hubiera riesgo de un rally rival.
Sin más demora, disfruten de la jugada y recuerden que pueden ver todas las joyas defensivas de los cubanos en la MLB siguiendo este enlace.