Franco Miguel Alvariño
Los Angelinos de los Ángeles y Anaheim derrotaron 5×3 a Chicago White Sox en el desafío celebrado en el “Angel Stadium”. En tres choques celebrados entre ambas franquicias la ventaja favorece al equipo celestial con diferencia parcial de 2×1.
El juego llegó a la parte baja de la tercera entrada con ventaja momentánea para los Medias Blancas de Chicago. Todo parecía decidido en esa entrada, cuando Anthony Rendon conectó un fly a lo corto del jardín central. En ese momento ocurrió lo impensable, Luis Robert después de correr mucho se ubicó debajo de la bola y, para sorpresa de los aficionados, esta le cayó sobre su cabeza.
La consecuencia del error fue nefasta para su equipo. Había dos outs en la pizarra y un hombre en primera, David Fletcher, quien anotó con la conexión. Rendon llegó hasta la intermedia, después que el jardinero derecho Adam Eaton estrellara la bola en tabla de lanzar, tras recogerla luego que rebotara en la cabeza del cubano. Resultado final, en esa entrada los Angelinos anotaron dos y se pusieron delante en el marcador. Ahora lo dejamos con el video del error.
Hay un viejo refrán que dice que, “en la pelota como en la vida siempre hay posibilidad de revancha”. En el capítulo siguiente, Robert encontró hombres en primera y segunda, con un out, y al primer lanzamiento de Alex Cobb (una recta de 92 mph), pegó imparable al jardín izquierdo para remolcar desde la intermedia a Zack Collins.
De esa forma, a su corta edad, Luis Robert Moirán, mostró una madurez como pelotero enorme, borrando la pésima imagen demostrada a la defensa, que para nada empaña su calidad como defensor, ni pone en duda su merecido “guante de oro”, disparando un indiscutible necesario para su organización, válido para poner el empate en el marcador.
Luis Robert acumula en tres partidos cuatro hits en solamente 12 turnos oficiales al bate, de ellos un doble, dos carreras anotadas y un compañero impulsado para el plato. En el joven certamen acumula línea ofensiva de .333/.385/.417, AVE/OBP/SLU.
No lo demoramos más, aquí el cañonazo impulsor de Luis Robert.