Luis Robert Moirán…¿se cumple la profecía?

Por Alexander García Milián

Ya Luis Robert es sensación en el Spring Training, ya el espera, todos esperamos de hecho por sus debut con los Medias Blancas.

Cuando el avileño llegó a Estados Unidos, luego de haber firmado con Chicago, se comenzó a hablar de que era el pelotero cubano de más talento en el circuito MLB.

Al menos para mí lo es, ya comente sobre el tema en anteriores trabajos y es una postura que mantengo; aupado en esta oportunidad por el loable rendimiento de Robert en Ligas Menores, donde promedio por encima de 300 y dio muestras de su condición de cinco herramientas.

Luis Robert se unió a figuras como Pito Abreu y Yoan Moncada, ahora mismo juega con ellos en esta pretemporada y va bien.

Desde la firma de su contrato, empezaron los comentarios- Luis Robert, Orestes Miñoso- la estela de un grande dejo la varilla alta para los otros… ¿podrá el muchacho?

Ya en su momento, cuando llegó Alexey Ramírez, las especulaciones crecieron por día y el pinareño lució bastante bien pero quedó algo con deudas; mucho humo y nada más.

Pero la historia de Luis Robert va forjándose de modo diferente; llegó joven, bien joven, comenzó desde abajo, tiene todo un futuro por delante.

A Luis Robert lo calificaron en su momento, cuando tenía unos quince años, como el mejor pelotero del mundo y los hechos, pienso que el destino incluso; en fin, los hechos, el destino, todo va poniendo las cosas en su lugar. Al menos llegó a Estados Unidos, al mejor béisbol del mundo y eso es básico.

Cuando todos lo comparaban con José Adolis, Luis Robert se puso serio y sumó par de temporadas de ensueño en las Series Nacionales; ya, luego sintió que el torneo doméstico le quedaba chiquito, era el momento de buscar el sueño, llegar a la Gran Carpa.

Ya, ahora todos hablan y comentan de Pito, del Yuli, de Chapman; desde el mismo instante en que Luis Robert consuma su primer turno al bate de modo oficial en MLB, la cosa será para recoger e irse; señores, llegó el mejor. El tiempo dirá.

Nos vemos a la vuelta.

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