Por Yasel Porto
Cuando se hable de los grandes exponentes de la receptoría de Industriales nombres como Pedro Medina, Ricardo Lazo y Lázaro Martínez son los más usuales a la hora de hablar de los más importantes. Sin restarle méritos a otros que jugaron en una etapa más reciente.
Por desgracia de ese trío mencionado ya solo queda vivo el primero, pues este miércoles falleció a los 76 años de edad en La Habana el carismático Lázaro Martínez.
Nacido en 1946 en la capital cubana, «Lachy» no solo trascendió con los equipos capitalinos en las décadas del sesenta y setenta. También llegó incluso a la selección nacional dentro de una época sumamente compleja para colarse en el selecto grupo de internacionales.
Su debut aconteció en la Serie Nacional 1965-66 con Industriales, precisamente el año en que estos lograron su cuarta corona consecutiva bajo la dirección de Ramón Carneado. Un récord que todavía perdura dentro de la pelota cubana post 1962.
Fue parte de la sublime generación dirigida por Ramón Carneado al participar en el último campeonato ganado, y que sirvió para establecer récord de cuatro coronas consecutivas.
Posteriormente también fue campeón con los Industriales de Pedro Chávez en 1973 y los Agricultores de Orlando Leroux en 1975. Siempre con un papel protagónico detrás del home plate y en el aspecto ofensivo.
En las primeras Series Selectivas, que nacieron en 1975, Lázaro se mantuvo ligado con Industriales. Vale recordar que por tres años los azules fueron sustituidos en las Nacionales por Agricultores, y su presencia en el béisbol cubano fue en la justa que agrupaba al principio a los mejores peloteros del país en siete equipos.
En una carrera que a nivel interno lo llevó a jugar 14 campañas produjo 136 extrabases, entre ellos 45 jonrones y 273 carreras impulsadas. A la defensa fildeó para 985 y capturó a 170 corredores de los 452 que le salieron al robo.
su momento internacional más importante aconteció en 1971 cuando asistió a los Juegos Panamericanos celebrado en Cali, Colombia. Lamentablemente ahí solo tuvo par de turnos al bate con un hit conectado.
De todos modos vale resaltar su asistencia a un torneo especial en Puerto Rico en 1973 que sirvió para estimular a Industriales tras su triunfo en la competencia doméstica. Ese equipo fue con algunos refuerzos, entre ellos el superónico lanzador camagüeyano Juan Pérez Pérez.
Años después estuvo en otra lid regional no oficial, en la que hubo otros peloteros capitalinos que asistieron como Agustín Marquetti, Pedro Medina y Armando Capiró.
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Después de su retiro se vinculó con los equipos habaneros como entrenador, rol que por desgracia tuvo un desenlace fatal luego de verse involucrado en los sucesos de 1982 que llevaron a prisión a 17 integrantes de Metropolitanos e Industriales.
Años después existió la intención de reinsertarlo oficialmente en el sistema beisbolero pero él prefirió mantenerse al margen. Solo fue parte en 2002, cuando su amistad con Rey Vicente Anglada lo hizo contribuir en la preparación de los azules giraldillos.