Maels Rodríguez: Dios me bendijo con representar a Cuba

Por Andy Lans García

Nostalgia, ganas de virar el tiempo atrás, admiración, son sentimientos encontrados cuando se indaga por la trayectoria deportiva de Maels Rodríguez. Una carrera aniquilada a los 26 años por las deterioradas condiciones en que se encontraba su brazo derecho. Queda la incógnita de cuantos ponches sumaría, de cuántos juegos ganaría o cuantas millas más aumentaría a las más de 100 que ya tiraba.

En un campo llamado Cacique, de Placetas, Villa Clara criaron al primer lanzador que registró 100 mph en las Series Nacionales de Cuba de manera oficial. Maels Rodríguez debutó con los Gallos de Sancti Spíritus en la campaña 1997-98.

En seis Series trabajó 938 capítulos; lanzó 156 juegos, ganó 65, perdió 45 y salvó 11. Le batearon para un anémico 177 y ponchó a 1148 oponentes.

En la Serie XL, conquistó la triple corona de picheo al promediar 1,77 carreras por cada nueve entradas, propinar 263 ponches (récord para una temporada cubana) y obtener 15 victorias. Maels también lideró los ponches en la campaña 1999-2000 (177) y en la 2001-02 (219).

El 22 de diciembre de 1999 propinó a Las Tunas el primer juego perfecto en clásicos nacionales, con el apoyo de su afición en el estadio José Antonio Huelga. Años después, el 21 de agosto de 2002 endosó un cero hit cero carreras en el Latinoamericano.

Tras abandonar Cuba, Maels firmó con los Diamondbacks en 2005, no obstante después de tres cirugías quedó invalidado para pichear.

Fuiste el primer cubano en el que se registraron 100 mph, sin embargo ¿Crees que cuándo no existía velocímetro alguno de nuestros lanzadores las marcó? 

“No lo dudo. Cuba se ha caracterizado por contar con lanzadores de velocidad desde Vinent y Huelga hasta Chapman. Quizás con los velocímetros de ahora no todos las marquen pero con los nuevos estudios y trabajo específico se puede incrementar el rendimiento.

Escuché comentar de Juan Pérez Pérez, de “Noche oscura” Ferrer que eran lanzadores muy rápidos, sin embargo no se les podía medir la velocidad.”

¿Qué prácticas liquidaron tu brazo?

“La práctica no liquidó mi brazo, al contrario, sino el sobreuso. Lancé demasiados innings en seis años. Me tocó presión desde muy joven. Con 18 o 19 años llegué al equipo Cuba de mayores. La falta de cuidado, por mi parte y de los entrenadores, atentó.”

¿Cómo surge The 100mph club?

“El club surge a partir de una idea de los que trabajamos en él. Las 100mph  no solo implican la velocidad a que tiró Maels Rodríguez, comprende entrega al máximo. Con el 100 no nos referimos a velocidad solamente, sino a trabajo y responsabilidad para que los niños y jóvenes salgan adelante en el beisbol. También ayudamos a peloteros contratados ya en MLB y algunos que están en Universidades.”

Las perlas del proyecto…

“Todos los niños representan perlas para mí, pues cada uno tiene muchas ganas. Me dan el cariño y la oportunidad de mejorarles su futuro. Ahora bien, entrenamos casos más avanzados como el villaclareño Víctor Mederos, lo atiendo desde niño y está propuesto a ser elegido en la primera ronda del draft.

Tenemos a uno de los mejores talentos que ha salido de Cuba, Yoan López, una realidad en Grandes Ligas. Acumula dos años consistentes en los Diamondbacks de Arizona, casualmente el mismo equipo que me contrató. Yoan oscila entre las 98 y 100 millas. Lo estamos perfeccionando para que estabilice por encima de 100 millas y se convierta en cerrador.”

¿Qué deficiencias frecuentes observas en los lanzadores cubanos?

“A nivel general en el beisbol existen variadas deficiencias, no solo en los lanzadores cubanos. En cuanto al picheo, se enfocan en el tren superior pero descuidan las piernas, las caderas que brindan potencia y explosividad a la aceleración. Piensan que todo lo hace el brazo. La mayoría de los que vienen de Cuba traen esos problemas. La proyección de fuerza no la dirigen bien y tienen fuga de velocidad.

Los entrenadores cubanos son estupendos, lo que pasa es aquí se estudia más la biomecánica, lo que conlleva que, por ejemplo, un lanzador que salió de Cuba tirando 93 millas al cabo de unos meses o un año tire aquí 97 o 98. Porque se trabajan planos musculares que allá no hay el tiempo ni los recursos para hacerlos. Se estudia, además, la mecánica de lanzar mediante videos. A veces, los deseos no bastan si no hay condiciones.”

Maels ¿Qué evento internacional recuerdas con mayor satisfacción?

“Cada competencia que sales a representar a tu país es importantísima para tu carrera, sin importar su magnitud. Siempre que vestí los colores de nuestra bandera me sentí muy orgulloso. Me siento bendecido por Dios por participar en mi selección.”

¿A quién tuviste como referencia en la pelota?

“Cuando empecé en el picheo me identifiqué con Rolando Arrojo. Para mí era el mejor de Cuba. Como amigo y persona le tengo mucho respeto. Me inspiró a usar el dorsal 44 porque hasta veníamos de la misma provincia. Estoy orgulloso de conocerlo.”

¿Qué le auguras a Eriel Sánchez en la dirección de Santi Spíritus?

“Espero que logre excelentes resultados con el equipo. Ojalá que los espirituanos puedan disfrutar de una gran Serie con él al mando. Ya demostró capacidad de dirección. En este quipo le dirige ex compañeros, lo cual es complicado. Si el respeto fluye, le irá bien. Eriel siempre dio lo mejor de sí por su provincia.”

¿Has venido a Cuba en estos últimos años?

“He visitado, sí. Pero no me gusta que me miren mucho en la calle, ni me gusta especular. Voy a mi provincia y me llego a algunos lugares donde tengo buenas relaciones. Casi siempre permanezco en el campo y trato de no molestar, pues puede haber personas incómodas porque en un momento determinado salí del país. Aunque sé que hay gente feliz encontrarme allí.”

¿Te sientes satisfecho con tu carrera deportiva?

“Creo que uno nace con un propósito en la vida. Dios medio la oportunidad de disfrutar del beisbol, de que mi familia saliera adelante por el beisbol y de que Cuba pudiera disfrutar de ese talento que Él me dio.

Entre tantos atletas grandes de Cuba, tener mi momentico me llenó bastante. Quedó la laguna de no poder jugar en Grandes Ligas, me parece que con mi calidad podía lograr algo, no por el dinero, sino por probarme en la mejor pelota del mundo. Espero que mis muchachos puedan compensar mi insatisfacción en la MLB.

El público que me apoyó me hizo sentir cómodo. A los que siguieron mi carrera y se mantienen pendientes de mis pasos en Estados Unidos, y a SwingCompleto, les doy las gracias.”

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