Medias Blancas necesitan la mejor versión del cubano Yoán Moncada

Por Juan Páez Los Medias Blancas esperan ganarlo todo en 2021. Recientemente, su gerente general dijo que la mínima aspiración que debería tener el equipo era alzar el trofeo de Serie Mundial. Para eso, deben darse varios factores. Uno de ellos es el protagonismo que pueda tener Yoán Moncada, el tercera base de todos los […]

Por Juan Páez

Los Medias Blancas esperan ganarlo todo en 2021. Recientemente, su gerente general dijo que la mínima aspiración que debería tener el equipo era alzar el trofeo de Serie Mundial. Para eso, deben darse varios factores. Uno de ellos es el protagonismo que pueda tener Yoán Moncada, el tercera base de todos los días en el club patiblanco.

El cubano viene de un 2020 paupérrimo a la ofensiva. En 52 juegos, se ponchó 72 veces, remolcó solo 24 carreras y bateó para frecuencias de .225/.320/.385. Tales números distan en demasía de la mejor versión que se vio de Moncada hasta ahora: la de 2019, cuando no solo promedió .315/.367/.548, sino que sonó 34 dobles, sacó 25 pelotas del parque, fabricó 79 rayitas para la causa de Chicago e incluso recibió votos para el premio al Jugador Más Valioso.

No solo las estadísticas tradicionales dicen que la temporada pasada fue un desastre para Yoán. También lo dice la velocidad de salida de sus batazos, que bajó de 93.1 millas por hora en 2019 a 87.8 en 2020; su porcentaje de conexiones fuertes, que pasó de 47.9 % a 33.1 %; y su comportamiento ante cualquier otro pitcheo distinto a las bolas rápidas. Sobre este último punto, el antillano ligó para average de .144 (97-14) contra envíos rompientes y sin velocidad (breaking y offspeed), con un balance negativo de 44 ponches.

Necesita reivindicarse

Si bien es cierto que la alineación de los Medias Blancas es una de las más robustas y completas de la Liga Americana, los patiblancos necesitan al Yoán Moncada de 2019. La situación ideal es que, además de que ayude con la producción de carreras, el antesalista esté en la parte alta del lineup y se embase con frecuencia. Todo esto le permitiría a la artillería pesada —entiéndase José Abreu, Eloy Jiménez, Yasmani Grandal y compañía— encontrar gente en los senderos para remolcar anotaciones.

Muestra de cuánto lo necesitan en el sur de Chicago es que cuando Moncada conectó jonrón en 2019, los White Sox dejaron récord de 14-8, por ejemplo. Cuando sacó dos pelotas del parque en un mismo encuentro, esa foja mejoró a 3-0. Mejor todavía: en los juegos en los que el isleño produjo dos o más carreras, los entonces dirigidos por Rick Rentería ganaron 19 de 22 enfrentamientos.

Todas estas estadísticas cobran incluso más importancia cuando se recuerda que los Medias Blancas del 2019 no fueron un club ganador, pues terminaron con marca de 72 victorias y 90 derrotas.

Si los pupilos del nuevo manager Tony La Russa quieren llegar lejos, es necesario que su tercera base tenga un buen año y sea una de las chispas del lineup, junto con Tim Anderson y, quizás, Nick Madrigal. En una posición tan exigente a la ofensiva como la esquina caliente, es indudable que para Moncada es menester dejar atrás su amargo 2020, pasar la página y afrontar la venidera ronda regular, que le verá cumplir apenas 26 años de edad el 27 de mayo.

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