Por Yasel Porto
El béisbol cubano suma una nueva página de dolor este 18 de diciembre con la muerte de Nelson Campver, último sobreviviente del primer equipo Cuba campeón panamericano y el expelotero vivo con más edad.
Natural de Cabaiguán, Campver falleció esta mañana a los 92 años de edad en su apartamento del municipio Cerro, muy cerca del estadio Latinoamericano.
La última aparición pública de Nelson había sido el pasado 27 de julio cuando un grupo de amigos del béisbol celebramos junto a él su cumpleaños, ignorando todos que sería la última vez que compartiríamos con este noble y carismático veterano.
No obstante, ya desde aquel momento me había comentado que no se sentía muy bien de salud, algo que lo había hecho bajar algunos libras en los meses recientes.
Se le había detectado una situación en la próstata, aunque el último diagnóstico había arrojado un tumor en los pulmones. El dictamen médico de su deceso fue a consecuencia de un paro respiratorio.
Pese a todo esto, Nelson se mantenía bastante activo, encargándose de las labores del hogar en el que residía solo desde el fallecimiento de su esposa hace cinco años. Prácticamente toda su familia se encuentra viviendo en Estados Unidos.
Nelson fue uno de los miembros de la selección nacional que ganó el torneo beisbolero de los primeros Juegos Panamericanos, evento en el que concluyó con una victoria y dos presentaciones efectivas en general. Era el único que quedaba con vida de aquella competición efectuada en Buenos Aires, Argentina.
Además de esa competencia, el espirituano tuvo resultados sobresalientes en la Liga Nacional Amateur y la Liga de Pedro Betancourt, por lo que fue firmado para lanzar en el béisbol profesional de Estados Unidos.
En las Ligas Menores iba desarrollando una carrera vertiginosa hasta que una lesión lo sacó complemente de los diamantes beisboleros.
Dentro del llamado béisbol revolucionario trabajó con las categorías menores por varios años, aunque nunca estuvo ligado directamente con la Serie Nacional.
Nelson fue protagonista de un hecho muy particular, pues su matrimonio con su esposa se produjo precisamente antes de comenzar un partido en territorio norteamericano. Poco después ya en su función de lanzador, un foul de un bateador rival golpeó en la cabeza a su esposa tan fuerte, que terminó en el hospital.
Desde hace varios años, sobre todo tras la muerte de Conrado Marrero primero, y después de Andrés Mesa y José Antonio Zardón, Campver era el expelotero con vida de mayor edad. Ahora el mérito le corresponde al también exlanzador Ibrahim Brull, quien a sus 92 años se mantiene bastante bien física y mentalmente en su casa del reparto Embil.
La muerte de Nelson agrega un nuevo momento bien doloroso dentro de un 2020 en el que otras figuras trascendentales del llamado deporte nacional cubano han tenido el mismo desenlace, como sus colegas Julio Bécquer, Tony Taylor, Juan Castro y dos cronistas muy respetados como Ismael Sené y Elio Menéndez.