Noelvis González: «Los rencores se pueden convertir en eternas pesadillas»

Por Boris Luis Cabrera    Aun se estaba jugando la segunda fase de la temporada pasada cuando una noticia pasó silenciosa por las redes sociales: Noelvis González, director de los Cachorros holguineros, era sustituido de su cargo sin muchas explicaciones en medio de las algarabías que provocaba la lucha para llegar a los playoffs de […]

Por Boris Luis Cabrera

   Aun se estaba jugando la segunda fase de la temporada pasada cuando una noticia pasó silenciosa por las redes sociales: Noelvis González, director de los Cachorros holguineros, era sustituido de su cargo sin muchas explicaciones en medio de las algarabías que provocaba la lucha para llegar a los playoffs de los seis equipos clasificados a la segunda vuelta de la campaña.

   «Fui separado del equipo por parte del director provincial del INDER, que aunque no me dio el frente, envió a uno de sus subordinados a decirme que estaba fuera por los malos resultados obtenidos en la serie pasada», declaró a SwingCompleto este sábado.

   La medida sorprendió a muchos. El joven director de 44 años llevaba cinco de ellos al frente del conjunto con resultados loables, al punto de clasificar tres veces a sus pupilos a la segunda parte del torneo y lograr un par de quintos lugares, algo alcanzado apenas una sola vez desde que la provincia alzara el trofeo de campeones en la temporada del 2002.

   Aunque no pudo esta vez llevar a sus Cachorros a la clasificación y quedó relegado a un puesto 12, la noticia de su separación fue un duro golpe para muchos que como yo, veíamos en él un ejemplo de manager del futuro por su juventud y la manera de interpretar este deporte, más acorde a las filosofías de estos tiempos.

   Noelvis, según me cuentan algunas de sus amistades más cercanas, es un estudioso del béisbol. Dedica muchas horas del día a devorar bibliografías y material referente a este deporte, en un afán de superación constante, sin importar el idioma en que vengan escritos.

   «Todo entrenador debe dominar como mínimo las palabras técnicas de este deporte. Si te das cuenta la mayoría de las palabras provienen del inglés (rolling, hit, homerun, etc.). Las biografías más actualizadas con profundidad en el conocimiento están escritas en ese idioma», dice.

   En diálogo exclusivo para nuestro sitio web, Noelvis añadió que «en eso he tenido ventajas porque desde los 14 años hablo el inglés. Soy Licenciado en esa materia. He tenido el apoyo desde pequeño de Glen Reaume, quien me nutrió de bibliografía clínica y hoy en la actualidad poseo tecnología de avanzada gracias a entrenadores y amigos que me la han dado a través de mis viajes por diferentes partes del mundo y sus regalos me han ayudado mucho en mi trabajo. Poseo una serie de medios que me ayudan a aplicar la ciencia a lo que hago».

   A pesar de sus conocimientos, solo ha sido llamado una vez a trabajar con la selección nacional cuando integró el colectivo de entrenadores del equipo que se presentó en la Liga Can-Am de 2017, cuando fungió como preparador físico.

   En medio de la incertidumbre que provocó su destitución, uno de los integrantes de su equipo, Lerys Aguilera, quien se había repatriado ese año para regresar a las Series Nacionales, hizo declaraciones en su contra avivando el fuego de la polémica.

   «Mi problema es con el director Noelvis González y con su coach de banca. Hermano, yo me preguntaba cómo puede ser posible que después de tantos años jugando pelota yo haya tenido que aguantar y callar tantas humillaciones», dijo hace un mes atrás en una entrevista para SwingCompleto.

   Noelvis tiene su opinión al respecto: «Quedé muy sorprendido con esas declaraciones. En tantos años que conozco a este atleta nunca he tenido ningún problema con él. En la época de los esclavos estos se sublevaban muchas veces si eran “humillados”, creo que en el momento que estamos viviendo podríamos haber conversado, ya que él tiene bastante confianza con mi persona. Siempre me he preocupado por él desde que pasó los momentos más difíciles de su carrera, donde analizábamos técnicas para mejorar, me enviaba videos de sus entrenamientos y me pedía muchos consejos».

   Sobre este tema dijo además que «siempre me preocupé por su salud, incluso quería entrenar lesionado y le di un voto de confianza para que se preparara y tuviera una buena serie. Mantuve comunicación con él y me preocupé por su estatus social para que sus documentos legales estuvieran en regla».

   «Cuando llegó no se le permitía estar en el campo y bajo mi responsabilidad y enfrentando momentos duros que él conocía, le permití que hiciera prácticas de bateo porque estaba seguro que cuando él saliera el pueblo lo iba a aplaudir y no quise que se sintiera discriminado por nada», asegura Noelvis.

   «No he tenido la oportunidad de dialogar con él, pero sé que algún día conversaremos y aclararemos esto. Tengo las mejores opiniones de él como atleta y persona y si no pudo rendir más fue porque no pudo, no fue al banco en alguna ocasión por un problema de capricho, uno como manager nunca juega para perder. He leído que ahora está como entrenador y le tocará de cerca esta tarea. Realmente le deseo lo mejor».

Lo cierto es que Noelvis González es un director de “avanzada”, su audacia y sus métodos novedosos siempre serán polémicos y encontrarán fuerzas contrarias que los frenen, como ha sucedido en otras esferas de la vida a lo largo de toda la historia de la humanidad.

   Siempre amable y cooperativo, accedió a responder algunas preguntas para los aficionados a este deporte.

¿Es Noelvis González un director dictatorial?  

   -Para nada. Mis decisiones siempre han sido colegiadas con mis subalternos, nunca he tomado una decisión sin que mis compañeros estén de acuerdo, además mis entrenadores en sus áreas no son simples coachs, son directores.

   »Mi entrenador de picheo es el director de los lanzadores, quien los estudia todos los días desde el entrenamiento y la competencia y los monitorea desde su casa. Por eso a la hora de quitar o poner un lanzador, él tiene un peso elevado de responsabilidad. El sentido de pertenencia es grande.

   »Con el de bateo pasa lo mismo, a la hora de dar un line-up lleva un 90 por ciento de responsabilidad. Me apoyo mucho en cada responsable de área porque ellos son los que más cerca están de los jugadores.

   »Como director llevo todo, miro todo, evalúo todo y soy responsable de todo, pero no conozco un manager todavía que haga una alineación a la hora de jugar, que haya puesto a un lanzador a abrir un partido sin haber tenido en cuenta la opinión del entrenador de picheo. Para dirigir hay que organizar, controlar y evaluar, todo lo que se va a hacer antes de jugar.

¿Qué importancia le das a la sabermetría en el béisbol?

   -El béisbol es un deporte donde los números han creado una filosofía interpretativa. Es una combinación de factores casi perfecta. Creo que la información es poder y más cuando es palpable.

   »Antes de ser manager estuve siempre analizando el comportamiento de los jugadores en los últimos tres años y fui creando una base de datos de ellos. Mis coaches llevaban el detalle de cada jugador que enfrentamos y su comportamiento. Creo que si íbamos a ganar 25 juegos y ganábamos 30 la diferencia estaba ahí.

   »Son innumerables las informaciones que llegan a uno por el grupo multidisciplinario que creé. Ahí están los análisis estadísticos, los reportes de mis técnicos, la información entre jugadores y psicólogos, la interacción con los entrenadores y el propio comportamiento del adversario. Cada uno de estos elementos te puede dar una información fidedigna.

   »Creo que quien mejor lo interiorice tendrá un resultado favorable o cerca de lo que se espera. Muchos dicen que las estadísticas pueden mentir, pero es más fácil mentir si no existieran. Los análisis estadísticos no se basan solo en los números que provienen del box score. Los entrenadores en sus áreas tienen como llevar las acciones individuales. Cada jugador con una mayor profundidad se le compilan un grupo de informaciones para que al momento de crear un reporte lleve los ingredientes con un valor lógico.

¿Y dónde dejamos la intuición tradicional?

   -Todos los equipos en Cuba saben que nosotros viajamos con cámaras, tablets, computadoras, y personas que se dedican a diario de nutrirse de estas informaciones. Todo esto es importante y son elementos para lograr un resultado pero la capacidad de observación e intuición de un manager en momentos claves juega un papel preponderante. Eso tiene tanto valor como lo que se refleja en un papel.

   »La sabermetría tiene un plano más abarcador. En las organizaciones las utilizan en la adquisición de un talento para reclutarlo, en el desarrollo de un jugador, y para poner a este en condiciones de excelencia física y mentalmente.

   »Estoy seguro que ese grupo que trabajará con los talentos donde el profesor Franger Reynaldo está colaborando, harán muchas cosas de este tipo porque hay cocimientos de lo que planteo y crearán una cultura mayor de lo que es la profesionalidad en el béisbol.

¿Por qué piensas que hacer formaciones para diferentes bateadores se aplica poco en Cuba?

   -En nuestro béisbol hacer formaciones es arriesgado. Se hacen pero la probabilidad que ocurran tienen una mayor margen de error, es evidente. Los lanzadores no poseen comando, algunos tienen un dominio de una zona, pero sin comando en sus lanzamientos. Esto te rompe lo que deseas que el contrario haga.

   »Por otra parte a los bateadores no se les paga por sus funciones y juegan por su average donde hay parámetros que tienen mayor importancia que este departamento ofensivo. Franger Reynaldo planteaba hace unos días atrás que el pelotero cubano ahora tardaba más en madurar y tiene toda la razón. Un atleta sub 23 de hoy es un primer juvenil de hace muchos años atrás. Por eso ahora un atleta conoce más el juego y va a mejorar todas sus cualidades alrededor de los 28, 29, y muchos a los 30 años.

   »Esta generación de peloteros arriba a nuestras Series Nacionales con muchas deficiencias técnicas. En muchas ocasiones les resulta difícil resolver situaciones tácticas simples porque no dominan bien la técnica.

¿Qué está pasando en nuestro país que los atletas llegan a la Serie nacional con tantas deficiencias?

   -He tenido la oportunidad de visitar varias veces los Estados Unidos y ver allí los entrenamientos de primavera de las Grandes Ligas (Sprint Training). Nosotros necesitamos más tecnología para esos jóvenes y para ese centro que se quiere hacer en nuestro país. Una tecnología de avanzada donde estén rodeados de biomecánicos, físicos, matemáticos. Se necesita un grupo multidisciplinario para hacerles pruebas a esos atletas con mayor cientificidad. Así se trabajará para llegar a la excelencia y para que estos talentos cuando salgan de Cuba lleven un trabajo más individualizado.

   »Cada jugador en Ligas Menores va a arreglar un problema. Lo va a sistematizar de tal manera que sus entrenadores llevan el trabajo hasta donde está dirigido. Nosotros estamos detrás en eso porque son muchos atletas para un solo entrenador. Es muy difícil eliminar errores de 40 atletas de un equipo con esta cantidad de entrenadores.

  »Hay que trabajar en el ciclo de las EIDE y las academias para arreglar esos problemas pero el objetivo esencial de esos lugares hoy en día no es lo que se persigue. Existe mucho el “champeonismo” y en esa categoría donde la técnica es priorizada, donde la repetición está enmarcada en altos volúmenes para que se automaticen movimientos inconscientes; es donde tenemos que ganar y olvidarnos de todo lo demás. El talento se trabaja y queremos corregir los errores muy tarde cuando están y en la Serie Nacional.

Algunos técnicos le dan mucha importancia a la preparación física de sus atletas y descuidan el factor psicológico. ¿Qué piensas de esto?

   -La psicología es una de las ciencias que más se aplican a este deporte, es puntal aparte de la cultura física que es la otra materia que poseo en mi álbum como profesional. No importa el nivel ni la categoría que tenga como manager o como entrenador, uno en su labor diaria se va convirtiendo en un psicólogo y eso es un mundo infinito de conocimientos que va enriqueciendo tu arsenal para dirigir.

   »Cada jugador es diferente, cada situación de juego con el mismo jugador tiene decisiones diferentes y cada día uno mismo es diferente.

   »Una de las oportunidades más grandes que Dios me ha dado fue interactuar con Ken Ravizza, psicólogo de nivel de Grandes Ligas. Me decía que el béisbol tiene su propia biblia, es decir, que los fundamentos básicos no se pueden olvidar y son inviolables. Cuando uno esté mal hay que retornar a ello porque el propio juego siempre te lo cobra.

¿Es muy difícil este trabajo de dirigir en el beisbol? 

   -Cuando uno hace lo que le gusta no puede hablar de trabajo, es el componente de tu felicidad. Si lo haces constantemente debes vivir con eso. Debo leer y buscar cosas que me ayuden en mi labor, a evolucionar y trasformar, a crear hábitos y formas diferentes de ver las cosas, cualidades que debo mejorar para alcanzar nuevas metas y seguir desarrollando el potencial para seguir aportándole al béisbol si un día volviera a dirigir.

¿Y ahora que estas haciendo?

   -En la actualidad estoy fuera del béisbol. Me encuentro en la casa estudiando. Hay momentos difíciles para todos en la vida pero cuando uno está preparado para enfrentarlos no debe temer. Simplemente esperar a que te llegue el momento y volver a empezar sin rencores que se te pueden convertir en eternas pesadillas.

Unas palabras para toda esa gente que respeta y admira tu trabajo

   -Me siento agradecido con todo el pueblo de Cuba. De una punta a la otra de la isla siempre recibí el respeto. Uno de los momentos que me mejor me sentí fue en el Latinoamericano al día siguiente de haber ocurrido el incidente con Correa, cuando fui aplaudido al salir y la afición comenzó a corear mi nombre. Hoy quiero decirle a esa afición que le doy las gracias por siempre. El latino conoce y reconoce muchas cosas del béisbol.

   »Muchas gracias en especial para los aficionados holguineros. Creo que fui más aplaudido que abucheado durante todo este tiempo. Nunca olvidare todo el apoyo que me dieron y que me siguen dando los fieles a mi filosofía. Los llevo muy adentro y quiero que sepan que en los cinco años que dirigí nunca faltaron los deseos de llegar a una final y que mi colectivo de dirección lo dio todo. Confíen ahora en ese equipo y sigan apoyándolos que se lo merecen.

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