Por Boris Luis Cabrera
El próximo mes de noviembre el equipo cubano de béisbol tendrá la primera oportunidad de buscar su boleto olímpico en el fuerte torneo Premier 12. La mayoría de los aficionados están decepcionados, teniendo en cuenta la debacle sufrida en los Juegos Panamericanos donde se alcanzó un bochornoso sexto lugar, la peor actuación histórica en esas lides.
Según se ha informado en numerosas ocasiones, terminada la primera fase de la etapa clasificatoria de nuestro campeonato de casa, la base de ese equipo volverá a vestirse con la chamarreta de las cuatro letras para representarnos en ese evento.
Cuando la mayoría de los equipos de la Serie Nacional han jugado 18 partidos, algunos jóvenes, marginados, veteranos y peloteros que han regresado al país después de incursionar en Ligas profesionales o de intentarlo, han mostrado calidades muy por encima de los integrantes de la selección nacional y esto está generando dudas y está creando polémicas desde bien temprano.
Los casos de los veteranos Frederich Cepeda, promediando para 367 de average ofensivo con 7 cuadrangulares (líder) y 19 remolques, y de Alexander Ayala (396 AVE, 2HR, 12CI); son quizás los casos que más destacan, por ser excluidos a última hora de los planes para la cita continental.
En una serie sumamente ofensiva donde nueve bateadores promedian más de 400, siete equipos lo hacen por encima de los 300, y la media de imparables por partido supera los 10, algunos miembros del equipo Cuba están por debajo en sus resultados y eso enciende desde ya las alarmas.
Por otra parte, más difícil aún de explicar, son las actuaciones monticulares de varios lanzadores que estuvieron en toda la preparación y que vistieron los colores de la selección nacional hace poco más de un mes atrás y han sido bateados con facilidad en este primer tercio de campaña.
Exceptuando a Yordanis Samón (440 AVE, 4HR, 12CI), Raúl González (421 AVE, 3HR, 16 CI) y Carlos Benítez (357 AVE, 3HR, 9CI), el resto tiene números por debajo para ganarse un puesto en la próxima competencia.
César Prieto (315 AVE, 1HR) y Yosvani Alarcón (323 AVE, 0HR), están por debajo de sus posibilidades, mientras que entre todos los demás no llegan a 300 de promedio al bate con escasos extrabases y carreras impulsadas.
En el box, los problemas son mayores, salvando a Freddy Asiel Álvarez (2.55 PCL), Pablo Guillén (1.89), Yudier Rodriguez (2.45), Vladimir Garcia (3.09) y Frank Luis Medina (3,94), los restantes andan de lágrimas:
Lázaro Blanco (5.06), Misael Villa (4.63), Wilson Paredes (6.00), Rafael Sánchez (19.29), Yariel Rodriguez (9.42), Yadián Martínez (9.62), Pedro Álvarez (9.69), Andy Rodriguez (4.76)
Entonces, ¿vendrán cambios para el Premier 12?
¿Qué hacemos con Adriel Labrada (458 AVE), Pavel Quesada (444), Yasiel Santoya (424), Yoelkis Baró (412), Luis Vicente Mateo (406), Loidel Chapellí (404) o el mismo Erisbel Arruebarruena que aunque aún no tiene las comparecencias requeridas ya ha botado cinco pelotas y promedia por encima de 400, por sólo citar algunos?
¿Podrán estar en ese equipo Ulfrido García (0.78 PCL), Yasmany Insua (1.41), Danny Betancourt (1.48), Carlos Juan Viera (1.80) o Yasmani Hernández, solo mencionando los que han permitido menos de dos limpias por juego de nueve entradas?
Creo que la Comisión Nacional de Béisbol y el cuerpo de dirección del equipo Cuba tienen una dura tarea por delante. Mi opinión, es que no se pueden descartar a muchos de los que estén rindiendo en ese momento y aprovechar su calentura para la competencia.
Por supuesto que un equipo no es una selección de estrellas y su confección depende de muchos factores, pero sería un gran error obviar a algunos nombres en detrimento de otros, que a pesar de su calidad, no estarán aptos para esa importante competencia en ese momento.
Nos vemos en el estadio.