Por Darien Medina
Pedro Álvarez es un volcán. Justo en el punto más elevado de todo el terreno de béisbol cada lanzamiento se convierte en una erupción; da la sensación de que le queda pequeño todo el campo. Cada instante lo vive con gran intensidad porque considera puede ser el último out. Solo alguien que con 17 años estuvo a punto de terminar su carrera como deportista puede entender la pelota de la forma en que él lo hace.
Con nueve años entró de la mano de su padre al béisbol en Sancti Spíritus. Comenzó como bateador y defendía la primera base. En su primer campeonato en la categoría 11-12 fue líder en jonrones e impulsadas, además de convertirse en el MVP. Pasado el tiempo lo cambiaría todo para ser lanzador.
Sus actuaciones lo convierten en uno de los mayores prospectos de nuestro país, la Serie Nacional 58 resultó ser la de su consolidación con 10 victorias, tres derrotas y un promedio de carreras limpias de 3.66.
SwingCompleto necesitaba una conversación con Pedro Álvarez, y ese encuentro llegó para hablar de la enfermedad que estuvo a punto de alejarlo para siempre de los terrenos de juego, de su paso por Industriales y de lo que está por venir.
En el primer año como juvenil estuviste afectado por un neumotórax ¿En algún momento peligró la carrera?
-Si con 17 años me da un neumotórax bilateral y estuve muy grave. Me decían que nunca más jugaría al béisbol. Ahí pensé que mis sueños se venían abajo; fue muy difícil hasta que decidí con mi padre decirle al médico que me diera el alta médica para poder entrenar, que si me moría que fuera en un terreno de pelota porque esa es mi vida: jugar al béisbol.
Felizmente regresaste a los terrenos de juego ¿Cómo fue este proceso?
-Empecé a entrenar poco a poco con mucho miedo de volver a tener un neumotórax y no fue fácil. Mis padres sufrían al verme así y todos los días le pedía a Dios que si no me iba a dejar jugar al béisbol pues que me quitara la vida porque eso es lo que más amo y mis padres también.
Debutas en la Serie Nacional 53 pero fue en la número 58 en la que logras exponer todo tu potencial…
-En la serie 58 di un salto de calidad. Pude demostrarle a toda Cuba quien era, de las cinco primeras temporadas solo lancé en tres porque en las dos primeras apenas acumulé algunos innings y aprendí mucho desde el bullpen que no es igual que lanzar, pero me sirvió para los años siguientes.
La imagen de Pedro Álvarez sobre el box es de un muchacho hiperactivo ¿Lo asume como una característica personal o que debe de eliminar?
-No creo que cambie mi forma de lanzar. No pitcheo para complacer a nadie sino para disfrutar mi juego y si caminando y siendo imperativo lo disfruto pues así seguiré, porque no lanzo para el público lo hago para mí, en esta última temporada aprendí que el público es de momentos, del que mejor esté y rápidamente olvida lo que hiciste años atrás.
¿Qué determinó no poder mantener el rendimiento de la temporada 58 en la pasada?
-Hubo factores externos que no me permitieron tener buena campaña, las cosas no salieron. A veces entrenas mucho y no funciona, porque si no todos los lanzadores que entrenen fuerte siempre tendrían un buen año y no es así.
¿A tu consideración a qué se debió ese bajón en el rendimiento del equipo de un año al otro?
-El equipo marchó bien los primeros partidos, después las cosas se complicaron porque así es el deporte, en el comodín dimos un contundente golpe en el José Antonio Huelga y luego no supimos rematar en el Victoria de Girón.
¿Sentiste una exigencia mayor al jugar con Industriales como refuerzo?
-Jugar con Industriales fue un sueño, creo que mi mayor alegría, mucho más que haber hecho el equipo Cuba. Allí tuve mejores resultados, le agradezco mucho al equipo que siempre confió en mí y a la afición que me aplaudió en cada salida, aunque no lo hiciera de la mejor forma, algo de lo que el público espirituano se olvidó, no solo conmigo sino con otros atletas que por una sola mala acción llegan las ofensas.
Se comentó de un retorno definitivo a Industriales ¿Existió interés en alguna de las dos partes?
-Me gustaría seguir poniéndome el uniforme de Industriales, es un equipo muy exigente y te hace jugar, el público te exige tanto que por obligación tienes que dar lo mejor de ti, pero siempre me quedaré con mis Gallos, de aquí salí y aquí crecí, no puedo dejarlos, gracias a ellos también me hice lanzador.
¿Qué cree que necesita nuestra selección nacional y el béisbol para regresar a la élite?
-Cuba tiene mucho talento, siempre será un país con peloteros de la élite solo que hemos pasado por malos momentos también la salida de peloteros ha influenciado un poco en los bajos rendimientos internacionales, pero ahora la nueva generación viene muy bien solo le pedimos un poco de paciencia al pueblo.
¿Cómo ha marchado este período de la COVID-19 en su vida?
-La COVID-19 no ha sido fácil para nuestro país ya que hemos pasado unos meses donde la situación fue tensa, gracias a nuestro sistema de salud todo va mejorado a grandes pasos, no han fallecidos tantas personas como en otros países y tanto es así que el béisbol está al comenzar.
»En mi caso personal he pasado más tiempo con mi familia, aprovechado cada segundo a su lado ya que cuando la serie comience estaré lejos de ellos por los juegos y viajes.
¿Cuáles son esas metas e ilusiones que tiene Pedro Álvarez para enfrentar la temporada?
-En este 2020 quiero ganar más de ocho juegos, ayudar a mi equipo en lo que pueda, estar entre los clasificados, ya que el año pasado no pude ayudar mucho en este quiero aportar lo de este y lo qué deje de hacer en el anterior. Lo haré por mí, pero más por mis compañeros de equipo que hemos luchado tanto tiempo juntos y nos merecemos un campeonato.
¿Le llegará ese título a Sancti Spíritus con Eriel Sánchez?
-Eriel ya ganó con el sub 23 y de seguro estoy que querrá ganar la Serie Nacional como todos nosotros también lo queremos porque ese título es ansiado por el pueblo. Solo les pido apoyo y respeto y verán a un equipo que saldrá a luchar cada inning, cada juego, cada subserie, hasta llegar al campeonato.