Pelotero cubano compró compañía de camiones y quiere virar a jugar la Serie Nacional

Pablo Pichardo

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Por Pablo Pichardo Desde pequeño su enorme talento hacía predecir que su techo en el béisbol estaba bien alto y para eso comenzó su preparación en su natal Santa Rita, perteneciente al municipio de Jiguaní en la oriental provincia de Granma. Gracias a su primo, el joven Alexander Guerra inició en este deporte en el…

Por Pablo Pichardo

Desde pequeño su enorme talento hacía predecir que su techo en el béisbol estaba bien alto y para eso comenzó su preparación en su natal Santa Rita, perteneciente al municipio de Jiguaní en la oriental provincia de Granma.

Gracias a su primo, el joven Alexander Guerra inició en este deporte en el cual influyeron sus primeros entrenadores, los que sentían un gran cariño por el joven, creando una gran relación entre ambas partes que aún mantienen a pesar de estar este fuera del país.

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Alexander comenzó con Granma en eventos de la categoría 13-14 años, de los que recuerda aún las grandes amistades que logró hacer con peloteros hoy reconocidos, entre ellos su coterráneo Edgar Escobar, el guantanamero Julio Pablo Martínez y el santiaguero Carlos Font.  

Con apenas 14 años logra integrar por primera ocasión el Equipo Cuba que intervendría en un Panamericano con sede en México, logrando además formar parte del equipo que participó en el Mundial Juvenil donde fungió como cuarto madero. ¿Qué recuerdas de aquellos torneos?

«Fueron dos muy bonitas experiencias desde el inicio de la preparación. En el Panamericano, lamentablemente, hicimos muy buen torneo pero perdimos la final ante Venezuela. Luego, en el Campeonato Mundial Juvenil en Japón, aunque era una de las principales figuras del equipo, no logré tener buenas actuaciones en el torneo debido a que se me hizo difícil adaptarme al clima, el cambio de horario, al final del torneo prácticamente fue que pude despertar».

Por primera ocasión formas parte de los Alazanes de Gran con tan solo 17 años  y antes de haberse jugado la mitad del torneo ya habías ganado la titularidad en la receptoría de uno de los principales conjuntos del torneo, ¿Te sorprendió tener que asumir tanta responsabilidad?

“Me sorprendió mucho pues al llegar del Mundial en Japón se estaba desarrollando el Congresillo Técnico de la Serie Nacional y veníamos para oriente con los directores de los equipos. Al subir el profesor Carlos Martí me dio la noticia de que formaba parte del equipo Granma”

“Nunca pasó por mi cabeza que en tan corto periodo iba a jugar regular, no me esperaba que me comunicarán que era el encargado de guiar a los lanzadores. También me ayudó que en ese momento los receptores que había en el equipo no tenían esa calidad que necesitaba el cuerpo de lanzadores. Agradezco mucho a Carlos Martí por esa oportunidad que me permitió desarrollarme. En los primeros juegos sentí algo de presión, cuando saltaba al terreno estaba rodeado de peloteros que desde pequeño admiraba, ahora se habían convertido en compañeros y amigos”.

Cuando disputabas tu segunda Serie Nacional recibiste una fuerte sanción debido a un intento de salida ilegal en el que estuviste involucrado, lo que te llevó a salir del conjunto por seis meses. ¿Crees que esa sanción perjudicó tu actuación y a la vez fue una de las principales causas para salir del país?

«En mi segunda temporada recibí una sanción debido a ese intento de salir del país, en ese momento reaccioné y comprendí que estaban en su derecho. Pero a la vez me perjudicó mucho porque fui tratado prácticamente como un preso estuvo cerca de 15 días en prisión como si hubiera cometido un delito grave. A pesar de todo eso regresé al terreno después que estuve en libertad y jugué en el inicio de la segunda fase contra el equipo de Pinar del Río con un mes fuera sin entrenar.”

“El trato recibido fue sin dudas la principal causa para salir del país, no me gustó que fuera tratado como una persona más. Después que concluyó la Serie inicio en Granma la Serie Provincial y quería jugar con mi municipio para seguir en buena forma deportiva, pero no me permitieron jugar en ningún momento. Fue entonces cuando pensé y me di cuenta que no cumplía ningún objetivo seguir en el país porque no iba a poder jugar, en el béisbol no se puede perder el tiempo pues nunca se recupera y fue cuando tomé esa decisión.”

Al llegar a México tuviste que entrenar fuertemente en varios aspectos del juego, sobre todo en el bateo. ¿Cuan difícil resultó adaptarse a esos cambios?

“En México estuve entrenando a la ordenes de  Erick William Rabasa, quien se desempeño en las Series Nacionales. Allí trabajé mucho, fue difícil porque tuve que perfeccionar muchas mecánicas a la hora de batear. Al principio fue bastante incomodo pero con el paso del tiempo me logré adaptar pues para lograr cumplir el objetivo con el que había salido de Cuba era necesarios esos cambios.”

Después de muchos entrenamientos llegó la recompensa al lograr llegar a un acuerdo con los que en ese momento eran los campeones de la Serie Mundial, los Chicago Cubs. ¿Te sorprendió  esta franquicia?

“Prácticamente yo estaba al desistir de continuar buscando hacer realidad ese sueño porque habían sido muchas las presentaciones y no veía como decimos los cubanos nada claro. Un día Hansel Izquierdo, uno de los scout de Chicago, me vio se comunicó con la organización para que me firmaran. En ese momento le agradecí a Dios, a mis entrenadores, familiares, ya había logrado el primer paso para hacer realidad ese sueño que salí a buscar.”  

Por dos temporadas el joven Alexander Guerra se desempeñó en Liga Menores logrando despachar 17 cuadrangulares con 75 carreras impulsadas, mientras su promedio de bateo era de .258. ¿Qué te llamó más la atención de este béisbol?

“En Ligas Menores existe una gran organización que permite el disfrute de cada entrada, turno al bate que tengas. Allí nos ayudan mucho para que cada uno de nosotros logremos alcanzar un buen resultado. Me sorprendió sin dudas la calidad que poseen  los jugadores que se desempeñaban allí”.

Después de esos dos años fuiste despedido de la organización. ¿Cómo recibiste esta noticia?

“Al llegar la pandemia todos los equipos tuvieron que reducir sus plantillas y me sorprendió mucho esa noticia porque había tenido un año increíble en Ligas menores, en ese momento estuve un poco decepcionado y hasta pasó por mi mente dejar el béisbol, pero simplemente fue una decisión de ellos que no quedó de mi parte y no quedaba otra cosa que aceptarla”.

¿Actualmente que se encuentra haciendo Alexander Guerra en Estados Unidos?

“En estos momentos estoy trabajando, gracias a Dios con la firma puede hacer una compañía de camiones. Además sigo entrenando, asisto mucho al gimnasio, pero sobre todo muy al tanto de muy familia”

Recientemente fue noticia a través de Swing Completo tu interés de regresar a vestir nuevamente el uniforme de los Alazanes de Granma en la Serie Nacional ¿existe verdaderamente esta posibilidad?

“Sigo bastante al equipo desde que salí del país, en Cuba me gusta la forma de jugar de otros equipos pero solo sigo a mis Alazanes. Con respecto a un posible regreso es cierto, pienso estar de vuelta en un año como máximo, para de esa forma vestir el traje de los Actuales Campeones Nacionales.”

Unas palabras para esa afición granmense y de Cuba que te sigue.

“Me siguen muchas personas que a través de las redes me envían mensajes, a todos ellos y en especial al pueblo de Granma le envío muchos saludos y bendiciones. Les puedo adelantar que muy pronto podrán disfrutar del niño Alexander Guerra vistiendo nuevamente los colores del equipo Granma. Pronto estaré por allá aportando mi granito de arena porque todavía queda Guerra para mucho tiempo».

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