Por Robiel Vega
Hablar de estos dos colosos es, sin dudas, referirnos a los sluggers más poderosos del Béisbol Cubano en el Siglo XXI. Otros brillaron: Joan Carlos Pedroso, Yosvani Peraza, Kendrys Morales, Yoenis Céspedes, Yulieski Gourriel, por solo citar algunos ejemplos, han sido grandes protagonistas tanto en Series Nacionales como en la Gran Carpa. Pero sin dudas, Pito y Despaigne han estado a otro nivel.
En Series Nacionales
Tanto el granmense, como el cienfueguero, comenzaron su andar en años casi similares, aunque la precocidad del Elefante lo hizo debutar primero, en el año 2003, con apenas 16 abriles. Despaigne, a pesar de ser un año mayor, vistió la casaca de los Alazanes en el 2003, con 18.
El recorrido de ambos en tierras cubanas fue muy parejo, sobre todo en los indicadores de promedios y frecuencias, aunque la ventaja siempre la llevó el natural de Contramaestre, principalmente porque se logró adaptar mucho más rápido al rigor de la Serie Nacional que el actual MVP de la Liga Americana.
En 10 campañas, el de Mal Tiempo promedió para 342, por 347 en 13 temporadas Despaigne. En el OBP hay una muy ligera ventaja para Pito (457 por 454), el Slugging del cuarto bate de los Halcones de Softbank es, no sólo mejor que el de Chicago, sino que es el mejor de todos los tiempos en Series Nacionales, 646; Pito llegó hasta 621., por lo que el OPS de Despaigne también supera al de Abreu, 1100 por 1078.
Al Despaigne tener tres series nacionales y 171 juegos jugados más, los acumulados todos favorecen al alazán, por tanto no es pertinente detallarlos, aunque en lo que a frecuencias se refiere, la jonronera de Despaigne es mejor (13,6 por 14,6 Abreu), también la de Impulsadas (4.07 X 4.53) e igualmente en la de las carreras producidas (3.13 X 3.42). Hasta aquí, Despaigne, sin dudas se lleva la mejor parte.
Carreras Profesionales (2014-2020) MLB vs NPB
La verdadera explosión de Pito ha sido después de su salida de Cuba, cuando en el mejor béisbol del mundo ha alcanzado números realmente encumbrados, cifras que, Alfredo Despaigne, en un campeonato de mucho menos nivel, no ha sido capaz de alcanzar.
En siete campañas en la MLB, mismas que lleva Despaigne en la NPB, Pito ha logrado promedios muy superiores a los que ha conseguido el Alazán Mayor, 294 por 262 en Average; el OBP de ambos es exactamente el mismo, 350. En slugging, Pito también lo supera, 520 por 502, por lo que el OPS también es mejor (870 por 852). Todo eso con 272 juegos jugados más a un nivel muy superior.
En las Mayores, Abreu suma 198 jonrones, Despaigne en Japón llegó a 160. En cuanto a los remolques, José Dariel ha traído a 671 compañeros para el Plato por 464 el Despa, mientras que el cienfueguero ha producido 999 carreras por 658 el Granmense.
Aunque Despaigne tiene una frecuencia jonrones mejor (15.43 por 19. 13 Abreu) no podemos perder de vista la calidad de cada liga y las más de mil 300 veces al bate de diferencia que hay entre una y otra (2428 Despaigne en la NPB por 3787 en la MLB Abreu).
Así mismo, la mejor frecuencia de impulsadas de Despaigne sobre Pito es mínima (5.23 X 5.63), teniendo en cuenta las atenuantes expuestas. Sin embargo, aún con ellas, la frecuencia de carreras producidas de Pito es superior (4.17 por 4.24).
Como se hace evidente, Abreu ha logrado números de otra galaxia al máximo nivel, por su parte, Despaigne, ha tenido también grandes resultados, pero no alcanzan los del número 79, incluso, como ya hemos dicho, sin llegar a jugar en el mejor béisbol del mundo.
En lo referente a sus marcas en temporadas regulares, ambos batearon 30 Jonrones o más en tres campañas distintas en Cuba, mientras que, tanto uno en Estados Unidos como el otro en Japón, han conseguido cuatro años bateando esa cantidad de cuadrangulares. Mientras que han llegado a 100 empujadas en cinco oportunidades Pito y en tres el Caballo de los Caballos.
¿A quien prefieres, Pito o Despaigne? ¿El de los 400 jonrones o el que está a punto de llegar? Más allá de quien sea el mejor, lo realmente innegable es que son dos extraclases.
Por hoy es todo, así que sin más, nos vemos en la próxima.