Por Jesús Alaín Fernández
Ian Anderson lanzó prácticamente sin pelota cuando enfrentó a los Astros de Houston por el juego tres de la Serie Mundial del 2021. El lanzador novato de solo 23 años de edad caminó en su octava salida de la postemporada por cinco entradas completas sin permitir ni hits ni carreras.
En la sexta el manager Brian Snitker decidió sustituirlo aun cuando el camino iba siendo de historia. “No lograría llegar a la novena entrada. Hizo muchos lanzamientos ante la tanda fuerte de los Astros”, comentó el experimentado manager que prefirió apostar a sus instintos. Y no fue traicionado.
Ian había realizado 76 picheos en cinco entradas y su %CSW (porciento de strikes cantados y swines fallados) era solo del 29. Le pegaron 3 conexiones con velocidad de salida por encima de las 95 mph (30% de las bolas en juego) y como dato interesante y poco visto en estos tiempos su “spin rate” fue bien superior a su media de la temporada 2021. Para definir su salida eficacia es la mejor palabra.
Algunos prefirieron criticar a Snitker pero la realidad es que la Serie Mundial no es para realizar marcas o implantar récords. El objetivo es que el Trofeo del Comisionado vaya a casa y para eso hay que despojarse de sentimentalismo. Si los buenos números llegan, bienvenidos, pero cada decisión tiene que ir hacia la victoria.
No creo que sea un triunfo del análisis de datos sobre el entretenimiento. 76 picheos a la altura de la quinta entrada son más que suficientes para entender que intentar llegar al final podía ser costoso para el equipo y para el lanzador.
De todas formas la noche si quedó para la historia de la MLB, las Series Mundiales y Ian Anderson. Luego de este partido su efectividad en sus primeras ocho salidas de postemporada es de 1.26, solo superado por Orlando “el Duque” Hernández con 1.22. También se convierte en primer lanzador novato desde unos meses después de hundirse el Titanic en 1912 que lanza cinco entradas sin permitir imparable en Series Mundiales.
Y tan importante como la victoria que luego se concretó desde un bullpen de excelencia es la disponibilidad de Ian para un posible juego siete con cuatro días de recuperación y un brazo no exprimido en su última salida.