Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
Aunque es difícil ser exactos numéricamente hablando, lo que sí es real que han sido muy pocos los peloteros que han actuado en un nivel elevado y que después de su retiro se vincularon de una u otra manera con los servicios funerarios.
Al menos en la época contemporánea el caso que más conocido, aunque no demasiado, fue el del exreceptor de Industriales Alejandro Regueira, quien después de haberse convertido en el mejor emergente que tenía la pelota cubana decidió retirarse prematuramente y así anduvo por un camino donde se presentaron diversos trabajos entre los que estuvo el que lo relacionó con una de las funerarias más famosas de La Habana.
Fue en el recinto velatorio de Arroyo Naranjo, “Maulines”, donde Regueira estuvo por varios años y no precisamente como un trabajador más.
Recientemente el miembro de Industriales entre 2002 y 2008 hizo la aclaración sobre el tema, el cual también fue esclarecido en el programa especial que le dedicó nuestro canal de youtube hace par de semanas.
“Reggaeton” o “Regadera”, como se le conoció en su momento de esplendor como integrante de los azules capitalinos, no fue el administrador de esta funeraria ubicada en María Auxiliadora y Calzada del Diez de Octubre, ni tampoco trabajó directamente con los servicios necrológicos como un trabajador más de esa instalación.
Su presencia durante cierto tiempo se debió a temas netamente gastronómicos, por el hecho de estar al frente de la cafetería de ese lugar.
Eso aconteció poco antes de decidirse a regresar al béisbol, en este caso como entrenador de categorías infantiles. Fue ésta última su oportunidad para lo que se produjo recientemente, pues después de excelentes resultados en su municipio logró una invitación a México, y luego encontró trabajo nada menos que como entrenador a un nivel tan importante como la liga profesional de verano.
Y así se mantuvo allí por espacio de dos años hasta que el pasado mes de agosto decidió cruzar la frontera de Estados Unidos junto a su esposa e hijo para comenzar su vida en este último país.
Actualmente Regueira espera por la residencia y mientras tanto se mantiene ayudando como entrenador amparado por un permiso especial del gobierno.
Sus perspectivas son bastante variadas, aunque preferiría mantenerse ligado con el deporte que lo dio a conocer ante la opinión pública industrialista y cubana en sentido general. Aún con su mente abierta en cuanto a oficios en el futuro, el zurdo campeón de Cuba en tres ocasiones descarta de momento que pueda volver a trabajar en una funeraria.
Entre risas después de aclararle el asunto a nuestro colaborador Humberto Monier tras visitarlo en su negocio de Movil Server, le dijo que ese mal momento ya pasó. “Ahora comienza una nueva etapa en la que hay que rodearse alegría y de vida”.
Si bien no se puede ser categórico con Regueira como emergente dentro de nuestras Series Nacionales, al menos en lo que respecta al actual siglo no ha habido otro jugador tan efectivo y duradero en esa función. Además de que no todos tienen la capacidad de salir del banco y responder la mayoría de las veces, un porciento bien grande ha encontrado poco después un espacio en su equipo o fuera del mismo cuando ha tenido el talento.
El zurdo arroyense, que se retiró por cuestiones personales con apenas 25 años, dejó escritos momentos bien gratos que todavía recuerdan con añoranza y cariño miles de capitalinos que se deleitaron con la última etapa verdaderamente gloriosa de los Industriales, la de Rey Vicente Anglada en su versión inicial.